El gigante asiático logró resolver uno de los mayores enigmas sobre lo que se estima son 270.000 millones de toneladas de agua en el satélite natural de la Tierra.
Hace menos de dos años, China logró un hito significativo al enviar una nave robótica, la sonda Chang’e 5, al Oceanus Procellarum, conocido como el océano de las tormentas en la Luna. Esta área, visible a simple vista desde la Tierra, se consideraba una de las regiones más jóvenes del satélite. La misión consistió en aterrizar cerca del monte Rümker, una imponente formación montañosa, y recolectar muestras del suelo lunar utilizando un brazo robótico. Estas muestras fueron empaquetadas y enviadas de regreso a la Tierra desde el módulo orbital en un solo día lunar, equivalente a aproximadamente 14 días terrestres.
El análisis de estas muestras, las primeras obtenidas en la Luna desde la misión soviética Lunik 24 en 1976, ha revelado una sorprendente revelación. China afirma haber resuelto uno de los mayores misterios sobre la Luna: el origen del agua que contiene. Aunque se creía que el agua se había evaporado durante el cataclismo que formó la Luna hace más de 4000 millones de años, misiones espaciales anteriores y telescopios terrestres habían confirmado la existencia de agua en forma de hielo en el satélite.
En un estudio publicado recientemente en la revista Nature Geoscience, científicos de la Academia Nacional de Ciencias China (CAS) en colaboración con investigadores europeos, señalan que las muestras enviadas por la sonda Chang’e 5 desde el noroeste de la Luna contienen vidrios de impacto. Estos vidrios, formados a altas temperaturas debido a la colisión de meteoritos, contienen pequeñas cantidades de agua. Según los científicos, el agua en los cristales se encuentra en forma de hidroxilo y puede ser generada por el bombardeo de partículas cargadas provenientes del Sol, conocido como viento solar.
¿Cuánta agua hay?
Los investigadores han estimado que la cantidad total de agua atrapada en los cristales lunares podría ser de unos 270.000 millones de toneladas, una cantidad significativamente mayor que las estimaciones anteriores. Esta reserva de agua es especialmente relevante debido a su potencial para futuras misiones tripuladas. La posibilidad de extraer agua de la Luna podría proporcionar un suministro vital para colonizadores y servir como materia prima para combustible de cohetes, allanando el camino para la exploración espacial más allá de la Luna, incluso hasta Marte.
Sin embargo, aunque este descubrimiento es emocionante, se destaca que la cantidad de agua presente en los cristales lunares es relativamente pequeña, lo que implicaría un procesamiento masivo del suelo lunar para obtener cantidades significativas. Aunque el estudio proporciona una comprensión más clara del ciclo del agua en la Luna y del posible origen del hielo en los polos, aún quedan desafíos técnicos y logísticos por superar antes de poder aprovechar plenamente este recurso valioso.
En resumen, el hallazgo de una reserva masiva de agua en la Luna por parte de China ha proporcionado información crucial sobre el origen y la presencia de agua en nuestro satélite. Este descubrimiento allana el camino para futuras exploraciones espaciales y puede abrir nuevas oportunidades para la colonización y el suministro de agua en el espacio. Sin embargo, todavía se requiere más investigación y desarrollo para aprovechar plenamente este recurso lunar.
Fuente: La Nación