Luego de 50 años la NASA vuelve a impulsar una misión al satélite natural de la Tierra en preparación para la conquista de Marte.
Artemis 1 será la primera misión no tripulada con que la Agencia Espacial Estadounidense pretende hacer pie en la Luna tras el programa Apolo que finalizó en 1972. Finalmente, hoy 16 de noviembre se realizó el lanzamiento luego de un primer intento fallido -en el que se encontró un desperfecto en uno de los motores del cohete- y un aplazamiento a causa del huracán Nicole. La misión es enviar el cohete SLS; la nave Orion y el sistema comercial de aterrizaje humano; y el puesto de avanzada Gateway, a orbitar la Luna. Son la columna vertebral de la NASA para la exploración del espacio profundo. Está planeado que Artemis 1 viaje alrededor de la cara oculta de la Luna en una misión que durará de cuatro a seis semanas. Luego volverá a la Tierra y lo hará más rápido y soportando más calor que todas las naves anteriores.
Artemis I protagonizará el primero de una serie de vuelos con los que Estados Unidos pretende volver a la Luna con tripulación humana, establecer allí una presencia sostenida y utilizar las experiencias obtenidas para planificar un viaje a Marte en algún momento de la década de 2030. El siguiente vuelo será el de Artemis 2, que viajará en una trayectoria diferente y probará los sistemas críticos de Orion con humanos a bordo, aunque los astronautas no saldrán de la nave. Más adelante, Artemis 3 llevará a la primera mujer y a la primera persona de color al suelo lunar.
Mediante las misiones Artemis la NASA establecerá una exploración a largo plazo en preparación para misiones a Marte. El cohete SLS viajará casi 500.000 kilómetros desde la Tierra. Diseñado para misiones más allá de la órbita terrestre baja que transportan tripulación o carga a la Luna y más allá, el cohete producirá 8,8 millones de libras de empuje durante el despegue y el ascenso para llevar a la órbita un vehículo que pesa casi 3.000 toneladas. Impulsado por un par de propulsores de cinco segmentos y cuatro motores RS-25, el cohete alcanzará el período de mayor fuerza atmosférica en 90 segundos.
A medida que SLS orbite alrededor de la Tierra, desplegará sus paneles solares y la etapa de propulsión criogénica provisional (ICPS) para darle a Orión el gran impulso necesario para abandonar la órbita de la Tierra y viajar hacia la Luna. A partir de ahí, Orion se separará del ICPS dentro de unas dos horas después del lanzamiento. Luego, el ICPS desplegará una serie de pequeños satélites, conocidos como CubeSats, destinados a desarrollar experimentos espaciales.
Orión volará a unos 100 kilómetros sobre la superficie de la Luna, y luego usará la fuerza gravitacional de la misma para impulsarse a una nueva órbita retrógrada profunda u opuesta, a unos 70.000 kms. de distancia. La nave espacial permanecerá en esa órbita durante aproximadamente seis días para recopilar datos.
A su regreso, la cápsula viajará a unos 39.400 km/h y experimentará altas temperaturas. «Nuestro primer y principal objetivo es exponer el escudo térmico de Orion a las condiciones de recuperación lunar», dijo Mike Sarafin, jefe de la misión. El segundo objetivo es verificar la solvencia del vuelo del cohete y de la cápsula durante la misión y, finalmente, la NASA buscará recuperar a Orion tras su amerizaje para luego revisarla a fondo.
Con esta primera misión de exploración, la NASA busca que en el futuro los astronautas construyan y comiencen a probar los sistemas cerca de la Luna necesarios para las misiones en la superficie lunar y la exploración a otros destinos más alejados de la Tierra, incluido Marte.
Fuente: Diario Perfil
Foto: AFP/NASA