¿Cuán probable es que un meteorito impacte y destruya la Tierra en un futuro cercano? Si la noticia fuera contada por una científica o un científico ¿la creerías? Estas simples preguntas son el puntapié inicial para conocer un poco más sobre el trasfondo científico del film.
A fines del año pasado, Netflix lanzó en estreno mundial “No miren arriba”, una película en tono de sátira en la que una de sus protagonistas, la astrónoma Kate Dibiasky (Jennifer Lawrence) realiza un descubrimiento aterrador: un asteroide de 10 km orbitando en el espacio en curso de colisionar contra nuestro planeta en un lapso de 6 meses. Luego de compartir el hallazgo con su colega y mentor, el Dr. Randall Mindy (Leonardo Di Caprio), ambos se ponen en contacto con autoridades de la NASA y con la presidenta Orlean (Meryl Streep) para informarles sobre la inminente catástrofe. Ante la indiferencia de las autoridades gubernamentales, los protagonistas se embarcan en un tour mediático con el objetivo de concientizar a la población ante un nuevo escenario de extinción masiva.
Pero… ¿Se preguntaron qué posibilidades reales hay de que ocurra algo semejante? Concentrémonos entonces en la evidencia científica relacionada con esto.
En primer lugar, hay que conocer la diferencia entre un cometa, un asteroide, un meteoro y un meteorito. Los primeros son cuerpos conformados mayormente de hielo y en cuya cola contienen polvo y gas. Por su parte, los asteroides están hechos de roca y son mucho más grandes. Cuando un cometa choca con un asteroide, ambos se parten en porciones más pequeñas a las que se las llama meteoroides. Cuando los meteoroides entran a la atmósfera terrestre se convierten en meteoros y a aquellos que logran atravesarla y caer sobre la superficie terrestre se los llama meteoritos.
Ahora que conocemos, a grandes rasgos, las diferencias entre estos cuerpos es necesario tener en cuenta a qué distancia de la Tierra orbitan. A aquellos cuerpos que se encuentran aproximadamente a 50 millones de kilómetros de la órbita terrestre se los define como “NEO” (objetos próximos a la Tierra, según sus siglas en inglés). La NASA lleva registrados alrededor de 28.000 NEOS, de los cuales 27.883 son asteroides y el resto (117) son cometas. De todos los asteroides, unos 2.238 fueron clasificados como potencialmente peligrosos ya que orbitan a una distancia de 4,7 millones de kilómetros de la órbita de la tierra y poseen un tamaño mayor a 140 metros. Según los cálculos, un asteroide de 100 metros que impacte con la Tierra generaría importantes desastres a nivel local o tsunamis que inundarían zonas costeras, mientras que un asteroide mayor a 1 kilómetro (1000 metros) originaría un evento de extinción masiva. Recordemos que se calcula que el meteorito que causó la extinción de los dinosaurios hace 65 millones de años medía entre 10 y 15 kilómetros.
¿Entonces? Para nuestra tranquilidad, los estudios realizados por especialistas de la NASA afirman que ningún asteroide conocido presenta un riesgo considerable de impacto con la Tierra durante los próximos 100 años. El que mayor riesgo representa es el asteroide llamado 2009 FD, que para el año 2.185 tendrá menos de 0,2% de probabilidades de impactar contra nuestro planeta. En definitiva, ahora sabemos que el hecho principal de la película es improbable que suceda en un futuro cercano pero, de cualquier manera, deberíamos mirar arriba con el fin de seguir descubriendo y conociendo más sobre las ciencias del universo.