POR Nicolás Retamar para AGENCIA DE NOTICIAS CIENTÍFICAS UNQ
Más allá de la suerte, en los sorteos hay factores que condicionan y definen partidos. ¿Cuál es el rol del saber científico en todo esto?
El 1° de abril se sorteó el fixture para el mundial de fútbol masculino de Qatar 2022. En el deporte más popular del país, las bolillas dictaminaron que la selección de Lionel Scaloni se enfrentará el martes 22 de noviembre a las siete de la mañana a Arabia Saudita, el sábado 26 a las cuatro de la tarde a México y el miércoles 30 a Polonia, también a las 16 horas. De clasificar en su grupo, Argentina podría enfrentar en octavos de final a Francia, Dinamarca, Túnez o el clasificado que salga de Perú, Emiratos Árabes Unidos o Australia. Más allá de las especulaciones sobre bolillas frías y el azar vinculado a la palabra sorteo, lo cierto es que hubo cabezas de serie, bombos con equipos predeterminados y un reglamento elaborado por la FIFA. Entonces, lo que en un principio parece incierto, en una segunda instancia ya resulta algo más predecible. Detrás del mundial y de los partidos que le toca jugar a cada selección, como en cualquier otro orden de la vida, también hay ciencia.
Según el Instituto de Cálculo de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, Argentina tenía 14 por ciento de probabilidades de enfrentar a México, 20 por ciento a Polonia y también 20 por ciento a Arabia Saudita. ¿Cómo se formulan estos cálculos? ¿Qué variables se tienen en cuenta la hora de pensar en las chances que tiene la selección de enfrentar a otras? “Lo que hacemos nosotros es simular un millón de veces el sorteo y ver en que proporción, por ejemplo, México cae en el grupo de Argentina”, afirma Guillermo “Willy” Durán, doctor en Ciencias de la Computación y director del Instituto.
En lo concerniente al sorteo, la FIFA había estipulado algunas reglas. Por ejemplo, a excepción de Europa, ningún grupo podía tener más de una selección de la misma confederación. En el caso argentino, ningún equipo de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Uruguay, Ecuador, Brasil o Perú) podía compartir grupo. Sin embargo, en el sorteo no quedaba tan clara esta cuestión, particularmente con Perú que todavía debe jugar contra el ganador de Emiratos Árabes Unidos y Australia en busca de la plaza mundialista.
“Me pareció que la reglamentación fue un poco difusa, poco rigurosa. Podrían haberse dado situaciones donde la FIFA hubiera tenido que explicar qué es lo que hacía sin poder sostenerlo demasiado. Tuvo suerte y no le pasó ninguna cosa rara, pero le podría haber sucedido por cómo estaba escrita la reglamentación. Si mirás el simulacro de sorteo que hizo TyC Sports el día anterior, llegó a un resultado donde Perú y Brasil compartían el mismo grupo. Si le hubiera pasado eso hubiera sido un lío, tendría que haber explicado por qué no se cumplió. Un reglamento que dice ‘en la medida de lo posible’ te genera un poco de dudas”, sostiene Durán, que también es Investigador Principal del Conicet.
¿Argentina campeona?
El mundial se acerca y las ansias aumentan. Las charlas en el trabajo, en la escuela y en cualquier otro ámbito ya hablan de la “scaloneta” y sacan cálculos sobre las chances de ganar la tercera copa del Mundo. Aunque el equipo de Durán aún no se propuso sacar los propios en esta ocasión (entre otras cosas porque aún quedan por definir tres cupos para los cuales pelean Escocia, Gales, Ucrania, Costa Rica, Nueva Zelanda y los mencionados Perú, Emiratos Árabes Unidos o Australia), sí lo hizo para el mundial de Rusia 2018. “Teníamos algo así como un nueve por ciento de chances de salir campeón de acuerdo a nuestro simulador. La intuición diría que ahora nos tiene que dar mejor que aquella vez, pero no siempre va de la mano con lo que muestran los números en función de las estadísticas recientes. Por cómo le ha ido a la Argentina en los últimos dos años, debería estar un poquito mejor. Tampoco mucho porque hay 32 selecciones, aunque es cierto que hay 20 que prácticamente no tienen chances. Sin embargo, hay entre ocho y diez equipos fuertes”, destaca Durán.
Mundial de corta distancia
Una de las facilidades que tendrá Qatar 2022 es la ubicación y la cercanía de los estadios. En este contexto, la Asociación del Fútbol Argentino eligió el campus de la Universidad de Qatar y, una vez más, las matemáticas juegan un rol clave. Este centro está ubicado a pocos kilómetros de las sedes mundialistas. Las distancias entre cada ciudad fue una cuestión central para elegir la concentración. En 2014, Argentina hizo base en Mina Gerais, estado ubicado a mitad de camino entre el norte y el sur de Brasil y relativamente cerca (en avión) de Belo Horizonte, Río de Janeiro y Porto Alegre. En 2018, el conjunto dirigido por Jorge Sampaoli desembarcó en Bronnitsy, localidad que estaba ubicada a más de 700 kilómetros de San Petersburgo, 60 de Moscú y 400 de Nizhniy Novgorod, plazas donde trascurrieron los dramáticos partidos de la Albiceleste.
Fútbol y Big Data
Las matemáticas protagonizan buena parte de las escenas cotidianas. Incluso en el fútbol, donde la dinámica de lo impensado le ganaba a los cálculos, los datos llegaron para quedarse. Tal es así que hoy en día se utilizan drones, GPS y mediciones sobre la distancia que recorrió cada jugador con su velocidad promedio. Un caso paradigmático y reciente fue el de Héctor Bellerín, lateral derecho que se desempeñaba en el Arsenal de Inglaterra y recaló en el Real Betis, conjunto español, gracias al big data.
“Lo apliqué a la hora de decidir esta pretemporada qué club era el mejor para mí por mi manera de jugar, por el tipo de entrenador, y el Betis era uno de los que estaba ahí a la cabeza por la manera que tiene el míster de utilizar a los laterales y por la proyección que tenía el equipo para esta temporada”. Además, Bellerín destacó que usa los datos a nivel más físico, para ver corroborar el peso, la velocidad y la distancia recorrida en cada encuentro.
Durán, especialista en matemática aplicada, sostuvo al respecto que empiezan a haber algunos estudios de cómo podría insertarse un determinado jugador en un determinado equipo de acuerdo al presupuesto, características del jugador y las estadísticas sobre pases, remates al arco y goles. “En el fútbol argentino prácticamente no hay nada de esto, pero en Europa hay algunos ejemplos de inserción de mecanismos de ciencia de datos como para poder tomar ese tipo de decisiones. Tiene que ver con usar los datos a tu favor en función de los métodos que tenés para poder evaluar este tipo de cosas”.
Fuente: Agencia de Noticias Científicas UNQ
Fotos: Adncuba / AP Photo