¿Tenés un TOC? Tenés un desequilibrio neuroquímico en tu cerebro

Una investigación realizada por científicas y científicos de la Universidad de Cambridge y publicada en la revista científica Nature Communications adjudica la base de los comportamientos compulsivos a un desequilibrio de neurotransmisores en dos áreas específicas del cerebro.

Según especialistas, el trastorno obsesivo compulsivo (TOC) se manifiesta como un patrón de pensamientos y miedos no deseados recurrentes que provocan comportamientos repetitivos. Quienes lo padecen son víctimas de un gran sufrimiento emocional y, las conductas adoptadas, interfieren con el normal desarrollo de sus actividades diarias. Además, pese a los esfuerzos que puedan realizar los pacientes por ignorar o anular dichos pensamientos o impulsos, estos vuelven una y otra vez. Es así como el TOC funciona como un círculo vicioso que, una vez activado tiende a empeorar, y del que cada vez resulta más difícil salir. Es por esto que la comprensión del trastorno obsesivo compulsivo resulta fundamental para la comunidad psiquiátrica.

Foto/créditos: Getty Images

Para dimensionar la importancia de estos padecimientos es importante conocer la diferencia entre obsesiones y compulsiones y cuáles son sus síntomas más frecuentes. Las obsesiones se presentan como ideas recurrentes. Pueden relacionarse con casi cualquier temática que genere ansiedad en los pacientes, por ejemplo, la contaminación ambiental o la crisis económica. También pueden manifestarse como dudas repetitivas como haber cerrado la puerta principal de casa con llave o haber desenchufado la plancha. A su vez, pueden ser impulsos malignos (como hacer daño a un niño), o impropios como gritar obscenidades en un evento social, y hasta fantasías sexuales. Ante estas obsesiones, quienes las sufren recurren a las compulsiones para intentar neutralizarlas a través de acciones concretas, es decir, las compulsiones se manifiestan como comportamientos como pueden ser el lavado recurrente de las manos o el ordenamiento y disposición de objetos de determinada manera, entre otros síntomas. También pueden ser actos mentales como contar y repetir o hasta rezar.

Si no se les da tratamiento -se aconseja la terapia cognitiva conductual de tercera ola o tercera generación- estas obsesiones y compulsiones pueden desestructurar gravemente la vida de quienes las padecen e interferir en sus ámbitos sociales, laborales y académicos, entre otros aspectos de la vida cotidiana.

En el estudio, realizado por un equipo de la Universidad de Cambridge, se compararon los niveles de neurotransmisores en dos regiones diferentes del cerebro en personas que sufren TOC, con los niveles que presentaron personas sin este padecimiento, que no consumen ningún tipo de medicación psiquiátrica y sin antecedentes de afecciones mentales y neurológicas. Así descubrieron que los pacientes con TOC tenían niveles superiores del neuroquímico “glutamato” e inferiores del neurotransmisor “GABA” en el córtex cingulado anterior de sus cerebros en comparación con quienes no sufren esta condición.

El glutamato es un químico que excita las neuronas facilitando los impulsos eléctricos para transmitir información por las redes cerebrales, mientras que GABA sirve para contrarrestar sus efectos y mitigar la excitación neuronal para brindar el equilibrio necesario.

A su vez, los investigadores descubrieron que a mayor nivel de glutamato presente en la región motora suplementaria del cerebro, tanto los pacientes con TOC como aquellos con tendencias compulsivas más leves, presentaban mayor inclinación hacia la realización de comportamientos habituales compulsivos

Anteriormente se pensaba que el TOC se producía por un desequilibrio de la serotonina por lo que se trataba desde el punto de vista biológico a partir de la administración de inhibidores de recaptación de la serotonina y a través de tratamientos psicológicos, psicoanalíticos y/o neurocognitivos complementarios. Sin embargo, a partir de los resultados del estudio y de la nueva teoría científica planteada, se abren innumerables posibilidades de explorar y desarrollar nuevas estrategias de medicación basadas en los fármacos disponibles para la regulación del glutamato.

Fuente: Infobae.

Revelan la estructura de la proteína responsable de la enfermedad de Huntington

Por SINC.

Un trabajo científico en el que participan investigadores del CSIC aporta nuevas claves sobre el papel de la huntingtina en la formación de agregados proteicos tóxicos en el cerebro de las personas que padecen esta enfermedad neurodegenerativa rara.

Un equipo con participación de investigadores del Instituto de Química Avanzada de Cataluña (IQAC) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha revelado la estructura de la proteína responsable de la enfermedad de Huntington, una patología neurodegenerativa grave que se caracteriza por el trastorno progresivo del movimiento y la función cognitiva.

Los resultados del trabajo, publicado en la revista Nature Structural and Molecular Biology, allanan el camino hacia una mejor comprensión de la enfermedad, ya que aporta nuevas claves sobre el mecanismo que desencadena la formación de agregados proteicos en el cerebro de estos pacientes.

La enfermedad de Huntington se desencadena por una mutación genética que afecta a la proteína huntingtina. Este defecto se debe a la expansión de los nucleótidos citosina, adenina y guanina, encargados de codificar en el ADN la síntesis de la glutamina, uno de los 20 aminoácidos que intervienen en la composición de las proteínas. Como resultado, se incrementa el número de glutaminas en la proteína, algo que está directamente relacionado con la formación de agregados proteicos en el cerebro.

 
Ramon Crehuet, investigador del Instituto de Química Avanzada de Cataluña (IQAC). / CSIC / Alejandro Rodríguez.

A pesar de que se desconoce la función de la proteína huntingtina, hasta ahora se sabe que está implicada en el desarrollo neurológico y que es necesario un número mínimo de moléculas del aminoácido glutamina para este desarrollo. Pero hay un umbral de repeticiones de glutaminas en la proteína huntingtina a partir del cual una persona desarrolla la enfermedad. La población sana tiene entre 17 y 23 glutaminas consecutivas, pero por encima de 36 se desarrollan los síntomas de la enfermedad.

La enfermedad, considerada rara, afecta aproximadamente a uno de cada 10.000 habitantes en la mayoría de los países europeos, aunque también existe en el resto del mundo en diferentes proporciones. En España se estima que más de 4.000 personas la padecen, según la Asociación Española Corea de Huntington.

Una nueva perspectiva
 

“Aunque todavía no están establecidas las bases de la enfermedad, se cree que esas repeticiones adicionales de glutaminas hacen que las proteínas interaccionen entre sí y se facilite la formación de precipitados y acúmulos proteicos, lo que resulta en la degeneración neuronal y en síntomas como la pérdida de coordinación y la demencia”, detalla Ramon Crehuet, investigador del CSIC en el IQAC y uno de los firmantes del trabajo liderado por Pau Bernadó, del Centre de Biologie Structurale de Montpellier (Francia).

El científico español indica que “se sabe que la proteína con un determinado número de glutaminas hace más propensa la aparición de la enfermedad, pero seguimos sin entender del todo por qué la estructura de la proteína cambia y se vuelve más tóxica”.

Ahora, los resultados de esta investigación revelan que no hay ningún cambio cualitativo entre la estructura de la huntingtina con un número patológico de repeticiones de glutamina, y la huntingina de personas sanas. Solo hay cambios graduales que se incrementan a medida que aumenta el número de glutaminas.

“Nuestros resultados aportan una nueva perspectiva del umbral patológico de la enfermedad que va más allá de la longitud de la cadena de repeticiones de glutaminas. Conocer la estructura de la proteína y el mecanismo de su agregación puede ser el primer paso para diseñar fármacos que ayuden a paliar los síntomas y mejorar la vida de los pacientes”, resalta el investigador del CSIC.

La exploración de la estructura de las proteínas puede abrir nuevas posibilidades para una mejor comprensión de las enfermedades por expansión de tres nucleótidos, entre las que, además de la enfermedad de Huntington, se encuentran la enfermedad de Kennedy, la distrofia miotónica o el Síndrome del X frágil.

Referencia: Bernadó, P. et al. «The structure of pathogenic huntingtin exon1 defines the bases of its aggregation propensity». Nature Structural & Molecular Biology (2023)

 
 
Fuente: SINC.

Inició el rodaje de “Crónicas de un método”, una serie de ficción sobre criminología que destaca la figura de Juan Vucetich

La productora comenzó a registrar las primeras escenas de una nueva ficción que será estrenada antes de fin de año por nuestra pantalla.

Esta mañana, con la producción de la Universidad Nacional de Tres de Febrero, comenzó el rodaje de “Crónicas de un método” una de las series ganadoras del “Concurso de producción de series de ficción sobre temáticas científicas y tecnológicas” que organizamos junto al Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA). La serie, protagonizada por Paola Barrientos,  se enfoca en la historia de Clara Nemesio una bióloga argentina de 40 años y bisnieta de Juan Vucetich, el reconocido científico y policía que desarrolló y puso en práctica por primera vez en la historia el método para la identificación de personas a partir de sus huellas dactilares con el que revolucionó la criminología a nivel mundial. Al igual que su bisabuelo, Clara es una eminencia en temas de identidad y trabaja en un renombrado instituto junto a Lorenzo, un joven médico de 30 años, y a Florencia una avezada programadora de apenas 23 años.

Juntos se ocupan de resolver diferentes casos asistiendo a fiscales en plena investigación, colaborando con la policía y para clientes especiales con el dinero suficiente para contratar sus servicios. Sin embargo, una denuncia por una pericia adulterada, que lleva la firma de Clara, abre una investigación que puede concluir con el cierre del instituto. Al mismo tiempo, mientras prepara la defensa para enfrentar esa acusación, comienza a recibir mensajes anónimos cada vez más violentos, indicando que el legado de su bisabuelo está fundado en una mentira: otra pericia falsificada, cien años antes. Ante ese escenario que amenaza tanto su lugar de trabajo como el legado de su bisabuelo, la protagonista deberá redoblar esfuerzos para limpiar su nombre y descubrir quién está detrás de todo.

Una vez terminada, la serie será estrenada por nuestra pantalla en la señal 22.5 de la TDA y por nuestro streaming en vivo.

Fecha de publicación: 01-08-2023

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