En el marco de un convenio de colaboración propuesto por la cartera científica nacional, nuestra señal televisiva será incorporada por cableoperadores de todo el país para que más audiencias puedan acceder a nuestra programación.
A través de un convenio de colaboración suscripto por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación y la Cámara Argentina de Internet (CABASE), sus cableoperadores integrantes y licenciatarios quedarán autorizados a transmitir, retransmitir y distribuir nuestra programación completa en sus correspondientes áreas de cobertura, sin límite temporal y de forma gratuita.
La Cámara Argentina de Internet (CABASE) agrupa casi 600 operadores y proveedores de internet y múltiples empresas de tecnología con el objetivo de promover el desarrollo del ecosistema de internet en todo el país como un espacio de construcción colaborativa, e impulsar el desarrollo pleno, inclusivo y federal de internet como herramienta de transformación social y acceso a la economía digital.
La firma del convenio fue encabezada por el Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus y el Presidente de la Cámara Argentina de Internet (CABASE), Ariel Graizer. Estuvieron presentes el Director de Articulación y Contenidos Audiovisuales, Juan Peyrou, el titular de TEC, Lucas Turturro y Alejandro Amendolara, del equipo legal de CABASE.
El hallazgo de este valioso ecosistema se produjo, unas semanas atrás, en el marco de una campaña oceanográfica internacional en la que el Institut de Ciències del Mar del CSIC ha tenido un papel clave. Durante la campaña, el equipo científico utilizó un robot submarino con tecnología avanzada de escaneo láser para generar mapas detallados de los organismos que habitan en elfondo marino.
Un equipo del Institut de Ciències del Mar (ICM-CSIC) a bordo del buque de investigación oceanográfica Falkor, que pertenece al Schmidt Ocean Institute, ha contribuido al descubrimiento de dos grandes arrecifes de coral de aguas frías en estado prácticamente prístino entre los 370 y los 420 metros de profundidad en la zona de las islas Galápagos.
El hallazgo, según los expertos, ha sido posible gracias al cartografiado de la zona mediante la instalación de una serie de herramientas punteras en el robot submarino empleado durante la expedición: el ROV SuBastian, que puede alcanzar una profundidad de 4.500 metros.
Durante la campaña, el equipo científico utilizó esta tecnología avanzada de escaneo láser para generar mapas sumamente detallados de estos arrecifes, proporcionando imágenes con una resolución milimétrica, capaces de identificar todo tipo de organismos del fondo marino.
Esta técnica permitió, además, documentar y organizar espacialmente los organismos vivos en su hábitat natural, poniendo especial atención en los arrecifes verticales, que son entornos difíciles de fotografiar y estudiar a pesar de la gran biodiversidad que albergan.
Además de los arrecifes de coral, se identificaron dos montes submarinos que se habían advertido anteriormente gracias a datos satelitales pero que nunca antes se habían podido explorar. Estos son algunos de los resultados de una expedición de 30 días dirigida por Katleen Robert, del Instituto Marino y de Pesca de la Universidad Memorial de Terranova y Labrador, en la que participaron 24 científicas y científicos de 13 organizaciones y universidades.
Hacia los ecosistemas de aguas profundas
«Los esfuerzos interdisciplinares del equipo han contribuido a obtener datos muy valiosos utilizando un enfoque holístico y multiescala, que es clave para entender la dinámica de los ecosistemas de aguas profundas de la Reserva Nacional Marina de Galápagos y para extender nuestros hallazgos a otras áreas», destaca el investigador del ICM-CSIC Claudio Lo Iacono, colíder de la expedición científica.
El equipo del ICM-CSIC colaboró en la obtención de datos hidrodinámicos, es decir, del movimiento de las corrientes, de muy alta resolución, de la zona en la que se encuentran los arrecifes de coral de aguas frías, utilizando por primera vez un perfilador acústico de corrientes Doppler (ADCP) acoplado al robot.
Según Lo Iacono, «la precisión del sistema de navegación y la estabilidad del ROV SuBastian posibilitaron la toma de imágenes y la cuantificación de la hidrodinámica del fondo de los arrecifes estudiados a una resolución sin precedentes.
Esto ayudará a comprender mejor los procesos interactivos entre la complejidad del fondo marino y los patrones de las corrientes locales, que en última instancia proporcionan sedimentos ricos en materia orgánica que son aprovechados por los corales”.
«Gracias a la disparidad de perfiles de la campaña, que iban desde ecologistas a geólogos u oceanógrafos, hemos podido obtener una imagen global del enclave. También hemos tenido la oportunidad de compartir nuestra experiencia y resultados con los colegios para concienciar a los niños sobre la importancia de proteger el medio marino profundo«, señala la doctoranda del ICM-CSIC Ariadna Martínez, que también participó en la campaña.
Esta campaña se desarrolló alrededor del Parque Nacional Marino Isla del Coco, un área protegida gestionada por Costa Rica y capitaneada por la exploradora de National Geographic Ana Belén Yáñez.
Esas observaciones aportan datos esenciales para la gestión del Corredor Marino del Pacífico Oriental Tropical.
Tras realizar 72 vuelos sobre la superficie marciana durante casi tres años, las aspas de la pequeña aeronave se han dañado y no podrá seguir con sus operaciones. El compañero de exploración del rover Perseverance ha cumplido de sobra con sus objetivos.
El histórico helicóptero de la NASA en Marte, Ingenuity, ha finalizado su misión en el planeta rojo después de superar expectativas y realizar decenas de vuelos más de lo planeado. Aunque el helicóptero permanece en posición vertical y en comunicación con los controladores en la Tierra, las imágenes de su vuelo del 18 de enero enviadas a la Tierra esta semana indican que una o más de las aspas de su rotor sufrieron daños durante el aterrizaje y ya no es capaz de volar.
Diseñada originalmente como una demostración de tecnología para efectuar hasta cinco vuelos de prueba experimentales durante 30 días, la primera aeronave en otro mundo operó desde la superficie marciana durante casi tres años, realizó 72 vuelos y se alejó más de 14 veces más de lo planeado. Su tiempo total de vuelo superó las dos horas.
“El histórico viaje de Ingenuity, la primera aeronave en otro planeta, ha llegado a su fin”, ha explicado el administrador de la NASA, Bill Nelson. “Ese notable helicóptero voló más alto y más lejos de lo que nunca imaginamos y ayudó a la NASA a lograr lo que mejor sabemos hacer: hacer posible lo imposible. A través de misiones como Ingenuity, la agencia está allanando el camino para futuros vuelos en nuestro sistema solar y para una exploración humana más inteligente y segura a Marte y más allá”.
Ingenuity aterrizó en Marte el 18 de febrero de 2021, sujeto al vientre del vehículo explorador Perseverance de la NASA, y despegó por primera vez desde la superficie marciana el 19 de abril, demostrando que era posible un vuelo controlado y con motor en Marte.
Después de realizar otros cuatro vuelos exitosamente, se embarcó en una nueva misión como una demostración de operaciones, sirviendo como explorador aéreo para los científicos y conductores del rover Perseverance. En 2023, el helicóptero ejecutó con éxito dos pruebas de vuelo que ampliaron aún más el conocimiento del equipo sobre sus límites aerodinámicos.
“Ingenuity es un ejemplo de la manera en que todos los días forzamos los límites de lo que es posible. Estoy increíblemente orgullosa de nuestro equipo, que está detrás de este logro tecnológico histórico y ansiosa por ver qué inventarán a continuación”, ha dicho Laurie Leshin, directora del Laboratorio de Propulsión A Chorro (JPL) de la NASA.
Incidente el 18 de enero de 2024
El personal de Ingenuity tenía planificado que el helicóptero realizara un vuelo vertical corto el 18 de enero para determinar su ubicación después de ejecutar un aterrizaje de emergencia en su vuelo anterior. Los datos muestran que, según lo planeado, el helicóptero alcanzó una altitud máxima de 12 metros (40 pies) y sobrevoló durante 4,5 segundos antes de comenzar su descenso a una velocidad de 1 metro por segundo (3,3 pies por segundo).
Sin embargo, a casi un metro sobre la superficie, Ingenuity perdió contacto con el rover, que sirve como retransmisor de comunicaciones del helicóptero. Al día siguiente, se restablecieron las comunicaciones y se transmitió más información sobre el vuelo a los controladores de tierra que se encuentran en el JPL.
Las imágenes que revelaban daños en el aspa del rotor llegaron varios días después. La causa de la interrupción de las comunicaciones y la orientación del helicóptero en el momento del aterrizaje aún se están investigando.
Triunfos, desafíos
Durante una misión prolongada que duró casi mil días marcianos —más de 33 veces más tiempo de lo planeado originalmente—, Ingenuity fue mejorado con la capacidad de elegir de forma autónoma los sitios de aterrizaje en terrenos inestables, lidió con un sensor muerto, se autolimpió después de las tormentas de polvo, operó desde 48 campos de despegue y aterrizaje diferentes, realizó tres aterrizajes de emergencia y sobrevivió a un gélido invierno marciano.
Diseñado para funcionar en la primavera, el pequeño helicóptero no pudo alimentar sus calentadores a lo largo de la noche durante las partes más frías del invierno, lo que hizo que la computadora de vuelo se congelara y reiniciara periódicamente. Estos “apagones” de energía hicieron necesario que el equipo rediseñara las operaciones de invierno de Ingenuity para que pudiera seguir volando.
Con las operaciones de vuelo ya concluidas, el equipo realizará las pruebas finales en los sistemas del helicóptero y descargará las imágenes y los datos restantes que están en la memoria a bordo de Ingenuity. El rover Perseverance está actualmente demasiado lejos para intentar obtener una imagen del helicóptero en su campo de despegue y aterrizaje final.
«Es una lección de humildad que Ingenuity no solo lleva a bordo una muestra del Wright Flyer original [la primera máquina voladora a motor construida por los hermanos Wright], sino que además este helicóptero siguió sus pasos y demostró que es posible el vuelo en otro mundo”, ha destacado el gerente de proyectos de Ingenuity, Teddy Tzanetos, también del JPL.
“El helicóptero de Marte nunca habría volado una vez, mucho menos 72 veces, si no fuera por la pasión y dedicación de los equipos de Ingenuity y Perseverance –ha señalado–. El primer helicóptero marciano de la historia dejará una marca indeleble en el futuro de la exploración espacial e inspirará a las flotas de aeronaves en Marte, y en otros mundos, en las próximas décadas”.