El hidrógeno verde y otras variantes en la paleta de colores

En este artículo encontrarás algunas pistas para entender por qué se habla de «hidrógeno verde» y otros colores para diferenciar la producción de ese elemento, el más simple de la naturaleza, teniendo en cuenta una materia prima y un método de transformación.

Por José Luis Aprea (*)

El hidrógeno carece de color. No tiene olor ni sabor pero vibra con una longitud de onda a la que se le puede asociar un cierto sonido en el espectro estelar del pasado. Así nos acompaña casi desde el nacimiento de todas las cosas, sólo unos minutos después del Big Bang, esa extraña singularidad primigenia.

Entonces, ¿por qué cada vez se habla más de hidrógeno verde?

Hoy prácticamente cualquier persona del mundo habla u oye hablar del hidrógeno verde y de sus propiedades. En Argentina, hace más de un cuarto de siglo que la Asociación Argentina del Hidrógeno viene difundiendo sus bondades y pregonando los aspectos beneficiosos que habría de tener la denominada civilización del hidrógeno. Asimismo, varias universidades y organismos como la CNEA, especialmente a través del IEDS, trabajan para la promoción y el desarrollo de la sostenibilidad energética. En particular cabe recordar los congresos HYFUSEN, llevados a cabo bienalmente desde 2005 hasta 2013.

Universo de colores

Hoy día hay muchos colores en la paleta del hidrógeno, la cual sigue creciendo. Todo está asociado a un mundo cada vez más comprometido en su futuro, por los resultados de las actividades que están dañando los ecosistemas y cambiando el clima global, con consecuencias muy negativas y probablemente devastadoras. Por ello se clasificó al hidrógeno como verde cuando proviene de un sistema de producción por electrólisis de agua, alimentado con energías renovables.

El hidrógeno carece de color, no tiene olor, ni sabor pero se lo asocia a un color según cómo se produce.

Como contrapartida, al proveniente del carbón se lo clasificó como hidrógeno negrohidrógeno marrón al originado en el lignito e hidrógeno gris al obtenido de hidrocarburos. Esto último no era muy elegante para nadie, ya que en el mundo producimos hidrógeno en su inmensa mayoría a partir de los hidrocarburos, por un proceso químico denominado reformado, siendo el reformado de gas natural con vapor de agua el método más extendido.

Esto llevó a clasificar como hidrógeno gris al que proviene de los hidrocarburos e hidrógeno azul si proviene del procesamiento de hidrocarburos con captura y almacenaje de manera segura del dióxido de carbono (CO2) que se genera durante la producción del elemento. Pero como además el hidrógeno puede producirse sin generar dióxido de carbono a partir de la pirólisis del metano, se le clasificó como hidrógeno turquesa. Las bondades del método, desde el punto de vista ambiental, son controversiales a pesar de que se genera carbón sólido, que no se libera a la atmósfera.

Ahora bien, si se quiere un verdadero cambio a nivel mundial, las cantidades de hidrógeno a producir son fenomenales, por lo cual casi ningún método, en la medida que no libere CO2 a la atmósfera, podría ser dejado de lado. Es así que las centrales nucleares podrían dedicar la energía producida a fabricar hidrógeno rosa mediante electrólisis de agua ordinaria.

Y la paleta sigue abierta. Hay quienes llaman hidrógeno amarillo al producido por electrólisis de agua con energía solar, mientras que el hidrógeno blanco es el que muy rara vez ocurre naturalmente en ciertos depósitos.

Resumiendo, para producir hidrógeno se requiere de una materia prima y un método de transformación, ya que el hidrógeno prácticamente no se halla libre en nuestro planeta. Si usamos agua y energía renovable, será hidrógeno verde. Sin embargo, en la práctica, la definición puede variar dependiendo del organismo actuante y de la fuente.

Imagen/créditos: Bosch

Definiciones

Según el Consorcio Europeo para la Certificación del Hidrógeno (CertifHy), el hidrógeno verde es el hidrógeno obtenido de fuentes renovables de energía que, adicionalmente, cumple con el criterio de hidrógeno bajo en carbono. El concepto de energía de fuentes renovables o energía renovable fue definido por la Directiva de Energía Renovable de la Comunidad Europea y publicado en 2018 en su artículo 21 como “energía a partir de fuentes no fósiles, específicamente eólica, solar (térmica y fotovoltaica) y energía geotérmica, de mareas, de olas y otras energías oceánicas, hidráulica, biomasa, gas de rellenos, gas de plantas de tratamiento de gases residuales y biogás”.

El hidrógeno bajo en carbono es aquel que tiene una huella de Gases de Efecto Invernadero (GEI) igual o inferior a un límite especificado. Hoy ese límite es de 36,4 g CO2 eq/MJ, lo que representa una reducción del 60 % en comparación con el proceso de referencia, que es el reformado de gas natural con vapor de agua. De acuerdo con la Organización del Hidrógeno Verde (GH2) con sede en Suiza, el hidrógeno verde es hidrógeno producido a través de la electrólisis del agua con 100%, o casi 100% de energía renovable, con casi cero emisiones de GEI. La norma exige que los proyectos de hidrógeno verde operen con menos o igual a 1 kg CO2 eq por kg H2, tomado como promedio durante un período de 12 meses.

Conclusiones

Siendo así las cosas y estando definido el hidrógeno verde a través de una convención, ¿qué es lo que ha motorizado a todas las sociedades a comenzar a hablar de hidrógeno verde en los últimos años, y a los países a trazar planes para producirlo y/o emplearlo?

Las respuestas pueden ser muchas, pero sin duda la necesidad de una urgente descarbonización de las economías que ponga al planeta a resguardo, es la más importante. Todos saben que las consecuencias del cambio climático sobre las poblaciones de todo el planeta pueden ser catastróficas. También sabemos que algo hay que hacer para cambiar el rumbo de los acontecimientos. Si no hay soluciones globales para un problema global con beneficios equilibrados para todos, ciertamente no se estará solucionando el gran problema, sino desplazándolo a otro sitio o posponiéndolo. Ante la duda, más allá de los colores, siempre la naturaleza debe estar primero y ese principio nos guiará: “In dubio pro natura”.

Sobre el autor:

José Luis Aprea es Ingeniero Químico de la Universidad Tecnológica Nacional (Regional La Plata). Forma parte de la Gerencia de Materias Primas de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). Es presidente del Comité de Normas de Hidrógeno – IRAM y miembro fundador de la Asociación Argentina del Hidrógeno.

Para descargar e imprimir | Hojita de Conocimiento: Una mirada al hidrógeno verde y una nueva paleta de colores.

La Verdad en la Sangre llega al Festival Internacional Etnovideográfica 2023

El documental coproducido junto a CONICET Documental resultó seleccionado para su emisión en la sección oficial del festival.

Del 6 al 12 de noviembre se desarrolla la séptima edición del Festival Internacional Etnovideográfica 2023, organizado por el Museo Etnográfico de Castilla y León de España. En este marco, nuestro documental «La Verdad en la Sangre», coproducido junto a CONICET Documental, resultó seleccionado para ser emitido como parte de la sección oficial del evento, en la que se proyectarán 27 películas producidas en África, América, Asia y Europa. 

Realizado en el marco de la conmemoración del 24 de marzo, Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, narra la heroica recorrida y la revolución científica protagonizada e impulsada por las Abuelas de Plaza de Mayo que resultó en el descubrimiento del índice de abuelidad -factor a partir del cual se identifica a hijas e hijos de desaparecidas y desaparecidos durante la última dictadura cívico-militar- y en la creación del Banco Nacional de Datos Genéticos como la primera institución del mundo para realizar este tipo específico de análisis de filiación.

Conducido por la actriz y escritora Carolina Unrein, el corto cuenta con los testimonios de Estela de Carlotto, Víctor Penchaszadeh, Mary Claire King y Mariana Herrera, entre otras y otros protagonistas que hicieron posible estos hitos determinantes para la restitución de la identidad de 133 nietas y nietos; y cuyo relato inspira a continuar con la búsqueda de quienes aún no conocen su verdadera historia.

Conocé más sobre la programación del festival acá.

Cabe resaltar que el documental está disponible para todo público en nuestro canal de YouTube:


Desafiando los cielos, la experiencia única de los simuladores 360°

En 1997, un trágico suceso marcó la historia de la aviación: un vuelo de Austral Líneas Aéreas, operado por un DC-9, se estrelló cerca de Fray Bentos, Uruguay, durante una tormenta, cobrándose la vida de todos a bordo. Dos años después, en 1999, un Boeing 737 de LAPA sufrió un accidente en el Aeroparque Jorge Newbery de Buenos Aires, con consecuencias mortales atribuidas a errores humanos y problemas técnicos. La tragedia se repitió en 2008 cuando el vuelo 3142 de LAPA se estrelló poco después de despegar de Córdoba, también con resultados fatales.

Ante estas dolorosas pérdidas, surge la reflexión sobre la evitabilidad de tales tragedias. Aunque nadie puede retroceder en el tiempo, hoy disponemos de respuestas concretas para minimizar daños y prevenir catástrofes. La preparación de los pilotos aeronáuticos para enfrentar emergencias y situaciones críticas se ha convertido en una prioridad.

Los simuladores 360° ofrecen una experiencia única, a través de los intrincados cielos de la aeronáutica. Aerolíneas Argentinas ha liderado esta revolución, sumergiendo a sus pilotos en un exhaustivo programa de entrenamiento. Los simuladores avanzados permiten abordar situaciones inusuales, como fallas de motor e incendios, replicando el entorno de vuelo real con precisión.

Esta innovación no solo asegura una preparación eficaz sino también reduce costos significativamente, antes destinados a la formación en el extranjero. La experiencia se comparte con pilotos internacionales, promoviendo la colaboración y el intercambio de conocimientos.

El entrenamiento es un viaje constante hacia la excelencia, adaptándose a la evolución de la aviación. Con dos sesiones anuales en simuladores, los pilotos perfeccionan aterrizajes desafiantes y ejecutan protocolos precisos, demostrando una competencia técnica y operativa excepcional.

Además, los controladores también tienen su herramienta de entrenamiento: el simulador de torre de control, que les permite practicar situaciones cruciales, desde secuestros hasta pérdidas de comunicación.

Gracias a los avances tecnológicos, hoy podemos simular aspectos meteorológicos complejos, mejorar la comunicación entre operadores y pilotos, y viajar con mayor seguridad.

El Centro de Formación y Entrenamiento de Pilotos de la República Argentina (CEFEPRA) no solo optimiza la formación de pilotos de Aerolíneas Argentinas en términos de tiempo y costos, sino que también se ha convertido en un referente de conocimiento para pilotos de toda América Latina. Pilotos de diversas empresas, como Aeroméxico, Copa Airlines, TAME, Conviasa y Embraer, reciben formación en este centro.

Este sorprendente viaje de los simuladores de vuelo, presentado en nuestro video 360°, invita a explorar cómo la preparación esencial en los cielos argentinos está alcanzando nuevos niveles de maestría y seguridad.