Según los últimos datos del Observatorio Climático de la Unión Europea, Copernicus, la temperatura de la superficie de los océanos subió a 20,96 grados el 30 de julio, la más alta registrada hasta el momento. Qué implicancias tiene para la vida acuática y los seres humanos.
Los océanos del mundo han cruzado una línea alarmante, batiendo récords de temperatura en el verano europeo. Este fenómeno, impulsado por la quema desenfrenada de combustibles fósiles, tiene consecuencias devastadoras para el clima global, la biodiversidad marina y las comunidades costeras. Las aguas se vuelven más cálidas, y para muchas especies marinas, la experiencia se asemeja a estar atrapadas en medio de un incendio forestal en el mar.
La conexión entre el aumento de la temperatura de los océanos y la emisión de gases contaminantes es innegable. Los combustibles fósiles como el carbón, el gas y el petróleo emiten gases de efecto invernadero que atrapan el calor en la atmósfera, aumentando así la temperatura de los océanos. Datos del Observatorio Climático de la Unión Europea, Copernicus, señalan que el 30 de julio, la temperatura de la superficie de los océanos alcanzó un histórico 20,96 grados Celsius. Este valor superó el récord anterior de 20,95 grados en marzo de 2016, excluyendo las zonas polares.
La emisión continua de gases de efecto invernadero en la atmósfera, producto de la actividad humana, ha llevado a que los océanos absorban el 90% del exceso de calor generado desde la Revolución Industrial. Este calor se acumula y continúa causando estragos en los delicados ecosistemas marinos.
Las olas de calor marinas provocan la migración de especies, extinciones, y la proliferación de especies invasoras que afectan tanto la pesca como la acuicultura. La Organización Meteorológica Mundial (OMM) emitió una advertencia sobre estos efectos, subrayando que las especies marinas se encuentran en una amenaza inmediata. A medida que la temperatura promedio de los océanos sigue batiendo récords estacionales, sus efectos son ya visibles: el blanqueamiento del coral en Florida es un ejemplo directo.
La amenaza no se limita a la vida marina. Océanos más cálidos tienen menor capacidad para absorber dióxido de carbono (CO2), reforzando así el ciclo de retroalimentación del calentamiento global. Además, la posibilidad del fenómeno de El Niño añadiría más calidez al agua. Se pronostica que los peores efectos de este fenómeno se sentirán en los próximos años. Aunque el El Niño puede tener efectos a corto plazo, la causa principal a largo plazo es la acumulación de gases de efecto invernadero en la atmósfera, derivada de la actividad humana.
Las evidencias de este calentamiento son tangibles. En la costa de Florida, se han registrado temperaturas de 38,3 grados , mientras que el Océano Atlántico Norte ha alcanzado una temperatura media récord de 24,9 grados. Además, el mar Mediterráneo también ha establecido su propio récord de temperatura diaria con una media de 28,71 grados.
El calentamiento de los océanos no solo representa una amenaza para la biodiversidad marina, sino que también socava la seguridad alimentaria y económica de las comunidades costeras. La conferencia COP28 en Dubai, Emiratos Árabes, está destinada a ser un punto crucial en el debate sobre cómo abordar este problema. Si no tomamos medidas drásticas ahora, el incendio en los océanos podría convertirse en una catástrofe global irreversible. Las especies marinas no pueden escapar de este fuego invisible, y la salud de nuestros océanos y de nosotros mismos depende de las decisiones que tomemos hoy.
Fuente: Infobae