En la cumbre AI+Education organizada por la Universidad de Stanford, de Estados Unidos, se analizaron los pros y contras de utilizar la inteligencia artificial en las aulas.
Con motivo de los avances en la Inteligencia Artificial (IA) se llevó a cabo un encuentro convocado por el Instituto Human-Centered Artificial Intelligence de la Universidad de Stanford, que reunió a investigadores, emprendedores y expertos de inteligencia artificial y educación para explorar el potencial de la IA en la mejora de los procesos de enseñanza y aprendizaje.
La educación fue el tema central de la cumbre AI+Education y se analizaron los riesgos y beneficios del uso de la Inteligencia Artificial en los establecimientos educativos.
Beneficios
En los destacados positivos del uso de IA para mejorar los procesos educativos se nombraron cuatro beneficios entre los que se encuentra el apoyo personalizado para maestros a escala. Los modelos de lenguaje de IA pueden actuar como estudiantes de práctica para nuevos maestros, proporcionar comentarios y sugerencias en tiempo real, y generar informes posteriores a la lección para resumir la dinámica del aula. Además, la IA puede ayudar a los maestros a mantenerse actualizados con los últimos avances en su campo y actualizar su plan de estudios en consecuencia.
Otro de los pros a la hora de utilizar la IA en el aula es cambiar lo que es importante para los alumnos. La calculadora se ha convertido en una herramienta omnipresente en la educación, pero no ha eliminado la necesidad de aprender habilidades matemáticas básicas. De manera similar, la IA no debe hacer que los estudiantes pierdan la capacidad de pensar críticamente y desarrollar habilidades fundamentales. En cambio, puede elevar la vara al requerir que los estudiantes editen y curen, convirtiéndolos en arquitectos más creativos y ambiciosos. La IA podría ser vista como una herramienta similar a la imprenta, democratizando el conocimiento y mejorando las habilidades de escritura humana, en lugar de reemplazarlas.
El tercer beneficio que destacaron los especialistas en la cumbre es permitir el aprendizaje sin miedo al juicio. La inteligencia artificial puede ayudar a fomentar la confianza en sí mismos de los estudiantes al proporcionar comentarios constructivos que no causen la misma timidez que la respuesta humana, lo que hace que los estudiantes estén más dispuestos a participar, asumir riesgos y ser vulnerables. Además, los agentes de IA en tiempo real pueden brindar apoyo y retroalimentación en áreas donde es difícil enseñar habilidades blandas, como la comunicación y el pensamiento crítico, permitiendo a los estudiantes probar diferentes tácticas para mejorar.
Finalmente, el último aspecto positivo que abordaron fue el de mejorar la calidad del aprendizaje y la evaluación. La inteligencia artificial tiene el potencial de mejorar la calidad del aprendizaje y la evaluación al permitir que los maestros generen múltiples conversaciones únicas con cada estudiante, lo que no es posible en un aula tradicional. Además, la IA puede determinar rápidamente las habilidades de un alumno y recomendar soluciones para llenar los vacíos, lo que puede ayudar a los estudiantes a ser emparejados con roles que requieren esas habilidades. Estas mejoras pueden abordar algunos de los desafíos más importantes de la educación, como la dificultad de enseñar habilidades blandas de manera efectiva y la incapacidad de juzgar el perfil de habilidades de un alumno.
Riesgos
Los expertos de la cumbre también evaluaron cuatro riesgos a tener en cuenta para la introducción de la IA en el aula, como por ejemplo considerar que el resultado del modelo no refleja la verdadera diversidad cultural. En la actualidad, los modelos de inteligencia artificial como ChatGPT no logran reflejar la diversidad cultural y las voces auténticas de poblaciones diversas en el sistema educativo. Esto crea una brecha abrumadora en la conexión y seguridad para algunos de los estudiantes más desatendidos, lo que dificulta la creación de un entorno educativo equitativo.
Otro de las contras de los modelos es que no se optimizan para el aprendizaje de los estudiantes. Aunque ChatGPT proporciona respuestas a las consultas, estas respuestas no están optimizadas para el aprendizaje de los estudiantes. A menudo, se enfocan en proporcionar respuestas rápidas en lugar de explicaciones pedagógicamente adecuadas o marcos que fomenten la curiosidad y el aprendizaje profundo.
Como tercer punto hay que considerar que las respuestas incorrectas vienen en empaques bonitos. La IA puede generar respuestas coherentes pero inexactas, como lo demostró un estudio en el que un chatbot de tutoría virtual ofrecía respuestas erróneas en un formato atractivo y educativo. A pesar de que el chatbot utilizaba técnicas pedagógicas efectivas, las respuestas que proporcionaba no eran matemáticamente precisas.
Fuente: Infobae