En un hito histórico, luego de la revelación de la primera imagen registrada por el telescopio, la NASA presentó hoy el resto de las composiciones obtenidas por el instrumento de observación más avanzado desarrollado por la tecnología humana.
La imagen infrarroja más profunda y nítida del universo hasta el momento fue la primera dada a conocer ayer por la NASA. En ella se puede observar un cúmulo de miles de millones de estrellas y galaxias, las más distantes que los ojos de cualquier ser humano hayan visto, ya que el James Webb es el telescopio más grande y sofisticado construido por la humanidad.
Esta primera imagen revelada le demandó al telescopio una exposición de 12 horas y media y muestra cómo era el cúmulo de galaxias SMACS 0723 hace 4.600 millones de años. El color de cada galaxia depende de la distancia a la que se encuentran, de su “edad” y del polvo interestelar circundante. Cuando la luz de algunas de esas galaxias adquiere longitudes de onda más largas -corriéndose al rojo y al infrarrojo- significa que se están alejando de la Tierra por efecto de lo que se conoce como la expansión del universo. Por eso mientras más lejanas, mayor es su corrimiento al rojo.
Las cruces -que se observan en la imagen alrededor de los objetos más brillantes- se llaman picos de difracción de luz y se producen cuando la luz se refleja e interfiere en los soportes del espejo del telescopio. También se ven arcos de luz que se originan cuando un cuerpo celeste masivo -como un cúmulo de galaxias- provoca una curvatura del espacio-tiempo lo que se ve representado en la trayectoria curva de la luz.
En la segunda composición, el telescopio espacial James Webb captó la señal inconfundible del agua, junto con evidencia de nubes y bruma, en la atmósfera que rodea WASP-96b, un planeta gigante gaseoso, caliente e inflado, que orbita alrededor de una estrella distante parecida al Sol.
La observación, que revela la presencia de moléculas de gas específicas, con base en pequeñas disminuciones en el brillo de colores de luz precisos, es la más detallada de su tipo hasta la fecha, demostrando la capacidad sin precedentes del James Webb de analizar atmósferas a cientos de años luz de distancia. Si bien el telescopio espacial Hubble ha analizado numerosas atmósferas de exoplanetas en las últimas dos décadas, capturando la primera detección clara de agua en 2013, la observación inmediata y más detallada marca un gigante paso adelante en la búsqueda para caracterizar planetas potencialmente habitables más allá de la Tierra.
La tercera imágen revela detalles de la nebulosa planetaria llamada Nebulosa del Anillo del Sur. Esta nebulosa está a unos 2.500 años luz de distancia. Las nebulosas planetarias son las capas de gas y polvo que expulsan algunas estrellas mientras mueren. La poderosa vista infrarroja del James Webb pone a plena vista la segunda estrella de esta nebulosa, junto con estructuras extraordinarias creadas a medida que las estrellas dan forma al gas y al polvo que las rodea.
Detalles como estos de las últimas etapas en la vida de una estrella, nos ayudarán a comprender mejor el modo como las estrellas evolucionan y transforman su entorno. Estas imágenes también revelan galaxias distantes escondidas en el fondo. La mayoría de los puntos de luz multicolor que se ven en la imagen no son estrellas sino galaxias.
La cuarta imagen publicada se trata de un enorme mosaico -y la imagen más grande realizada por el telescopio hasta el momento- de El quinteto de Stephan. Cubre aproximadamente una quinta parte del diámetro de la Luna. Contiene más de 150 millones de píxeles y está construida con casi 1.000 archivos de imágenes individuales.
Esta composición proporciona nuevos conocimientos sobre cómo las interacciones galácticas pueden haber impulsado la evolución de las galaxias en el universo primitivo. Con su poderosa visión infrarroja y una resolución espacial extremadamente alta, se muestran detalles nunca antes vistos en este grupo de galaxias. Cúmulos brillantes de millones de estrellas jóvenes y regiones de brotes estelares donde nacen estrellas frescas adornan la imagen. Amplias colas de gas, polvo y estrellas son atraídas desde varias de las galaxias debido a las interacciones gravitacionales.
Finalmente, la quinta imagen parece un paisaje de montañas y valles salpicado de estrellas brillantes. Lo que se ve es en realidad el borde de una región cercana y joven donde se forman estrellas, llamada NGC 3324, en la Nebulosa de Carina.
Esta imagen revela por primera vez regiones de nacimiento estelar que antes eran invisibles. La zona cavernosa ha sido tallada en la nebulosa por la intensa radiación ultravioleta y los vientos estelares de estrellas jóvenes extremadamente grandes y calientes, ubicadas en el centro de la burbuja, sobre el área que se muestra en la imagen.
Más acerca del telescopio James Webb de la NASA | Infografía
Fuente y fotos: NASA
Infografía: La Jornada