Una buena respuesta podría ser: un dinosaurio pintando sobre un lienzo o esculpiendo una piedra. Otra alternativa: los dibujos de animales y prácticas de caza realizados por algunos homínidos en las paredes rocosas de las cuevas donde vivían. Pero no…
El paleoarte es una disciplina que combina el arte y la ciencia para reconstruir animales prehistóricos -que nunca nadie vio- y los hábitats en los que vivieron hace millones de años antes de su extinción. Habitualmente las reconstrucciones se realizan a través de técnicas derivadas de las artes plásticas, y a partir del conocimiento científico disponible y vinculado a los registros fósiles encontrados a lo largo de la historia. Esto permite recrear de la manera más fiel y rigurosa posible -mediante ilustraciones o esculturas- las criaturas y ecosistemas prehistóricos.
Especialistas en esta disciplina aseguran que para realizar una ilustración de este tipo, y antes de realizar cualquier escultura, es necesario contar con un estudio morfológico exhaustivo del animal. Para ello son clave los fósiles y los estudios asociados, que también servirán para recrear su hábitat original con su vegetación y demás características ambientales. También sirve la comparación con animales actuales como reptiles y aves -gracias a sus características morfológicas y colores- y sus hábitats como punto de partida para la inspiración. Además, como muy rara vez se encuentran esqueletos completos, la mayoría de los animales que se ven en los museos, están confeccionados con partes del fósil original y otra reconstruida. Esta tarea no es nada sencilla y lleva tiempo, ya que requiere se realice un estudio filogenético, que especifica con qué otros animales estaba emparentado y cómo es la anatomía del grupo al que pertenece, para poder suponer cómo esa anatomía general se adapta a los fósiles del ejemplar a recrear, lo que se denomina una reconstrucción parsimoniosa. Una vez que está listo el boceto se realiza el modelo corpóreo para el que se suelen utilizar diversos materiales como, yeso, masilla plástica, silicona y poliestireno expandido -entre otros- y pinturas, de base acrílica u otras, dependiendo del lugar de exposición del ejemplar.
Si bien no existe una carrera universitaria específica para recibirse de paleoartista, quienes se dedican a esta disciplina suelen ser biólogos, paleontólogos y/o personas egresadas o aficionadas a las bellas artes, pero que sin dudas, son apasionadas por los animales prehistóricos y poseen aptitudes para comprender las investigaciones científicas y traducir ese conocimiento en una reconstrucción que conmueva y despierte el interés por lo maravillosa que fue y es la vida en nuestro planeta.
Fuente: El Día
Ilustración: Gustavo Encina Magallanes (IG @encinamagallanes)