La violencia contra las niñas y mujeres es una de las formas más extendidas de vulneración de los derechos humanos. Según la ONU y la OMS, una de cada tres mujeres en el mundo sufre violencia física o sexual en el transcurso de sus vidas, generalmente desde muy jóvenes.
El 25 de noviembre de 1960, las hermanas Mirabal fueron torturadas y asesinadas por ser mujeres activistas que lucharon por sus derechos contra el régimen del dictador Rafael Trujillo en República Dominicana.
En julio de 1981, durante el 1° Encuentro Feminista de Latinoamérica y del Caribe realizado en Bogotá, las mujeres denunciaron la violencia de género a nivel doméstico y la violación y acoso sexual a nivel de estados incluyendo la tortura y los abusos sufridos por prisioneras políticas. En este sentido, se eligió el 25 de noviembre como día Internacional contra la Violencia hacia la Mujer, para conmemorar el violento asesinato de las hermanas -Patria, Minerva y María Teresa- Mirabal.
Recién en 1993, la Asamblea General de Naciones Unidas adoptó la Resolución 48/104 para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, definiéndola como “todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en las vida privada”. Para respaldar esta decisión, en 1999 la Asamblea General proclamó el 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, con lo cual convirtieron a las hermanas Mirabal como símbolo de la lucha contra la violencia de género que afecta a todas las mujeres.
La ONU declaró este día para visibilizar, reflexionar y erradicar todas las formas de violencia que tienen origen en el género. Con esta conmemoración, se pretende llamar la atención sobre la desigualdad, la discriminación por razones de género y las violencias machistas, además de transformar las reglas y roles sociales que subordinan a la mujer.
Argentina y América Latina presentan altos niveles de violencias por motivos de género y femicidios, travesticidios y transfemicidios. Las demandas de los movimientos de mujeres y personas LGBTI+ permitieron visibilizar dinámicas sociales y políticas poniendo en agenda la necesidad de mejores estrategias de prevención de las violencias por motivos de género y de asistencia y protección de aquellas personas que lo sufren. En nuestro país, desde 2009 contamos con la Ley N° 26.485 de “Protección integral a las mujeres para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales” que constituye una herramienta fundamental en la lucha contra las violencias. La violencia hacia las mujeres es cada vez más visibilizada y un ejemplo de ello es el movimiento “Ni Una Menos”, que a partir de 2015 lucha contra los femicidios que se producen en el país.
Según la edición 2021 del Registro Nacional de Femicidios de la Justicia Argentina, de la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (OM-CSJN), en el país se identificaron 251 víctimas de femicidio. A 22 años de la instauración de esta fecha y, a pesar de existir avances en el reconocimiento y la visibilización de las violencias contra las mujeres y niñas y un incremento en materia de legislación para eliminarlas, todavía sigue siendo necesario considerarla como una problemática social compleja que requiere un abordaje integral a través de la implementación de políticas públicas de prevención, asistencia y protección y las acciones del activismo para su erradicación.
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Ilustraciones: extractos de Médulas: sanando de raíz. Mirá esta serie por nuestra pantalla los lunes a las 14 h; los miércoles a las 20 h; los viernes a las 17.30 h; los sábados a las 10.30 h; y los domingos a las 20.30 h o accedé al resto de nuestra programación en la grilla.