Los desafíos de la educación del futuro

Luego de la pandemia por Covid-19 se plantea la necesidad de repensar el modo en que el conocimiento, el aprendizaje y la educación pueden abordar los desafíos y oportunidades, tanto los previstos para el futuro como los que nos acompañan en el presente.

La educación asume retos cada vez más complejos, más allá de los cambios de urgencia que se han producido por la pandemia y el aumento de las vulnerabilidades de toda la comunidad educativa. Al plantearnos el futuro de la educación, se deben tener claros los retos del presente. No solo ha cambiado la sociedad, el entorno, la forma de organizar las aulas, las diferentes etapas académicas y las formas de guardar y acceder a la información: el papel del maestro, cómo es percibido en el barrio, pueblo, o en la sociedad en general, ha sufrido una transformación profunda.

En un trabajo realizado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) al comienzo de la pandemia se planteó la necesidad de “aprender a convertirse” en relación a la declaración de los Futuros de la educación. Dos décadas después del siglo XXI, el modelo tradicional de crecimiento económico está en crisis, lo que pone en tela de juicio los modelos de desarrollo y educación existentes. Los múltiples desafíos interrelacionados entre sí en la actual coyuntura histórica requieren volver a examinar urgentemente las pautas del progreso y estudiar modelos de desarrollo alternativos. El desarrollo no puede plantearse solamente en términos de crecimiento económico; la prosperidad humana y el acceso a una vida digna que tenga sentido deben ser cuestiones prioritarias. El continuo cambio tecnológico y la acelerada transformación de las culturas y sociedades humanas parece inevitable. La pregunta clave que se nos plantea es: ¿en qué queremos convertirnos? Esta es una pregunta que se debe plantear y responder por medio de la educación.

Crédito: ie.org

El punto de inflexión histórico que estamos viviendo exige que definamos una nueva visión del conocimiento y replanteemos la finalidad de la educación y la organización del aprendizaje. Si bien se han producido grandes avances en el acceso a la educación durante las últimas décadas, desde la primera infancia hasta la enseñanza superior, aún resulta difícil alcanzar una calidad homogénea, y millones de niños, niñas, jóvenes y adultos se ven privados de oportunidades de aprendizaje de calidad. En algunos entornos, el debate sobre el futuro de la educación se centra en la transformación radical y la reforma de los sistemas de aprendizaje. Sin embargo, en otros muchos las necesidades de educación básica universal de calidad siguen sin atenderse. Mirar al futuro supone que exploremos realidades plurales a través de las distintas comunidades tanto en el Norte como en el Sur. El mundo ha sido testigo de lo que la educación puede lograr. La incertidumbre generada por contextos cambiantes y complejos solo se ve compensada por el compromiso de la mayoría de los agentes y por su convicción de que el conocimiento, la educación y el aprendizaje tienen un papel fundamental que desempeñar en la tarea de trazar un rumbo entre los futuros previstos y posibles, hacia los futuros deseables para la humanidad y el planeta.

Marco del aprendizaje y la educación

El aprendizaje suele entenderse como el proceso de adquisición de conocimientos, sabiduría o capacidades. El aprendizaje es tanto un proceso como el resultado de ese proceso; un medio, así como un fin; una práctica individual, así como un esfuerzo colectivo. El aprendizaje es una realidad multifacética definida por el contexto. Qué conocimientos se adquieren y por qué, dónde, cuándo y cómo se utilizan representan cuestiones fundamentales para el desarrollo de las personas y las sociedades por igual. Junto con los aportes de la enseñanza y los planes de estudios, se reconoce, cada vez más, que los estudiantes son creadores activos que diseñan y determinan sus propias trayectorias educativas. No obstante, ésta debe ir acompañada, al mismo tiempo, de una mejora continua de la labor profesional de los docentes que comprenda las responsabilidades morales encomendadas a los educadores y educadoras. Una comprensión sólida del aprendizaje abarca el desarrollo tanto afectivo como cognitivo; los procesos de devenir que se desarrollan con el tiempo; así como las dimensiones relacionales de la pedagogía. Ante todo, el aprendizaje es un esfuerzo social arraigado en las comunidades y en medios sociales plurales. Es en estos contextos donde debemos discutir qué valores y conocimientos prácticos deben ser enseñados y aprendidos. Asimismo, es a nivel local donde deben debatirse los objetivos colectivos de la educación y adoptarse medidas al respecto. Al igual que el conocimiento, la educación debe considerarse un bien común mundial.

Ejes principales para la UNESCO

La Comisión Internacional sobre los Futuros de la Educación de UNESCO marca como punto de partida cuatro ejes principales. Las recomendaciones y orientaciones presentadas en el informe de la Comisión Internacional se basarán en un conjunto de preceptos y compromisos pertinentes para cada eje.

Sostenibilidad humana y planetaria: Debemos asumir una responsabilidad colectiva y colaborativa en materia de ecología para fomentar la vida sostenible en el planeta. La educación tiene un papel clave que desempeñar en el cambio de mentalidades, pero, también en la modificación de prácticas insostenibles e irresponsables existentes. La educación debe canalizar las capacidades humanas en direcciones que mejoren la calidad de la vida humana, respetando, al mismo tiempo, los ecosistemas que la sustentan.

Producción de conocimientos, acceso y gobernanza: El conocimiento debe respetarse como un bien común global. La educación debe tener en cuenta diferentes opiniones, reconocer los conocimientos locales, los conocimientos indígenas, el intercambio intercultural, la pluralidad y fluidez de los conocimientos, tratando al mismo tiempo las asimetrías persistentes. La investigación científica y otros procesos de generación, intercambio y aplicación de conocimientos deben ser inclusivos, democráticos, transparentes, localizables y participativos. Es necesario explorar abiertamente la relación entre el conocimiento y la verdad.

Ciudadanía y participación: La participación es fundamental para crear futuros deseables. La educación debe reforzar la capacidad de acción colectiva y fortalecer los compromisos con los valores democráticos, incluyendo el respeto del pluralismo, la diversidad, la emancipación intelectual y la libertad de pensamiento y expresión. Al mismo tiempo, las instituciones y los sistemas educativos deben integrar y cumplir estos compromisos en sus propias funciones y procesos.

Trabajo y seguridad económica: Un empleo de calidad y la seguridad económica son las piedras angulares de la dignidad y la prosperidad humana. Los cambios en la naturaleza del trabajo hacen aún más apremiante la necesidad de fomentar el aprendizaje a lo largo de toda la vida y de reconocer la relevancia de un alto nivel de competencias, habilidades sociales y conductuales dentro de los sistemas de aprendizaje.

Crédito: pinion.

Entre las cuestiones transversales que abarcan cada una de estos ejes, se prestará especial atención al género (teniendo en cuenta que la igualdad de género es un desafío persistente y duradero que se conjuga con otras formas de discriminación); la cultura y el patrimonio cultural (considerados como un recurso fundamental que une a las generaciones); y la tecnología (considerada como una herramienta que debe aprovecharse adecuadamente para lograr un futuro próspero, inclusivo y sostenible).

Los retos por venir

En una investigación conjunta entre académicos y expertos en educación de Australia se plantearon una serie de retos para el futuro.

Crédito: pinion.

En primer lugar: alcanzar la autoridad. La autoridad del maestro ya no viene dada por el hecho de ser el maestro. La posición de autoridad del maestro, aunque siga siendo regulada por un marco normativo que la ampara, precisa ahora ser reconocida por los alumnos y consentida por ellos así como por sus familiares; ello implica no confundir la autoridad con el poder. El maestro necesita conllevar el ser mediador cultural, con el respeto y el acompañamiento. Debe ser consciente en todo momento de cómo la orientación y la tutoría suponen aspectos transversales a cualquiera de las materias que estén impartiendo. Debe saber generar la autonomía completa del alumno a través del conocimiento, y también transmitir el saber vivir en sociedad, compartiendo normas.

Segundo reto: transmitir responsabilidad y convivencia. Lo verdaderamente importante es la relación que se establece entre el profesor y el alumno y la relación de ambos con la cultura y el saber. Cual vértices de un triángulo, alumno, docente y saber interaccionan entre sí. Esto es lo que genera el verdadero aprendizaje, que supone convertir los alumnos en adultos autónomos y que sepan convivir en sociedad.

Tercer reto: participación. La situación actual nos dibuja un docente que precisará una gran flexibilidad y empatía para poder hacer frente a una complejidad cada vez mayor. Se trabaja con ratios altas de alumnos, incluyendo todas las diversidades, las desigualdades y las grandes dificultades. Es preciso priorizar el desarrollo competencial, entender el acceso al conocimiento como algo universal y libre, y poderlo hacer en colaboración y cooperación no sólo con otros profesionales de la educación sino también teniendo en cuenta el papel de la familia, de otros profesionales, y escuchando la voz del propio alumno.

Cuarto reto: tecnologías. El microcosmos de la escuela no puede dar la espalda a una sociedad donde las redes sociales, las aplicaciones móviles, y otras muchas herramientas tecnológicas cada vez tienen más presencia. Por ello, en este, como en otros temas, será necesario ir un paso por delante de las demandas de la sociedad, contribuyendo a la formación digital docente y al desarrollo competencial del alumnado en esta área. Debemos combinar la inmersión en estas tecnologías y redes con el aprendizaje de su uso responsable. De hecho, su uso educativo ha ayudado a implementar metodologías colaborativas en los alumnos y favorecen un mejor clima de participación. Pero habrá que tener en cuenta que los denominados nativos digitales no acceden de forma crítica a estas herramientas. Los docentes necesitan actualizar sus conocimientos de manera permanente y estar atentos a los alumnos que no tienen el mismo acceso a las tecnologías para evitar su marginación.

Último reto: inclusión. Una educación que en el presente ya contempla las diversidades debe seguir caminando hacia la verdadera inclusión, más allá incluso de la integración. Tendrá que incluir las desigualdades, las grandes dificultades, generar metodologías que favorezcan el aprendizaje en diversas modalidades, esforzarse por convertir los centros educativos en espacios seguros y de protección para todo el alumnado y que garanticen el máximo desarrollo de todos sus miembros.

Fuente: UNESCO / The Conversation

 

Los sistemas electorales con listas abiertas pueden ayudar a reducir la polarización

Por SINC.

Un estudio de las universidades Carlos III de Madrid y de Houston (EE UU) muestra que los votantes tienen más en cuenta la ideología y marca de un partido cuando se presentan listas cerradas, como en España. Sin embargo, cuando son listas abiertas, la ciudadanía vota de manera más personal, según las características de cada candidato.

Las listas cerradas en las elecciones políticas hacen que las personas tengan más en cuenta la ideología y la marca del partido a la hora de votar, mientras que en los sistemas electorales que cuentan con listas abiertas la gente vota de manera más personal y menos ideológica. Esta es la principal conclusión de un estudio realizado por investigadores de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) y de la Universidad de Houston (EEUU) que analiza ciertas características de las elecciones democráticas.

El estudio, publicado en la revista European Political Science Review, ofrece nuevas evidencias que muestran el impacto en los niveles del voto ideológico que tiene la dimensión intrapartidista (si el sistema se centra más en los candidatos a nivel local o en la marca del partido).

Entre otras conclusiones, los investigadores han encontrado que en los sistemas de representación proporcional la ideología determina el voto en mayor medida cuando las listas son cerradas. Además, los resultados que han obtenido sugieren que este efecto se amplifica ligeramente en el caso de un alto número de candidatos a nivel de circunscripción.

El estudio ha analizado características de los sistemas electorales que afectan al voto. / Rama

“La adopción de sistemas electorales que generen incentivos para cultivar el voto a personas (listas abiertas), como ocurre por ejemplo en Brasil, Finlandia, Luxemburgo o Suiza, pueden contribuir a crear elecciones menos ideológicas y, por tanto, a disminuir la polarización”, señala Pedro Riera, profesor del Departamento de Ciencias Sociales de la UC3M y coautor del trabajo.

En los sistemas electorales de listas abiertas los partidos no establecen un orden de los candidatos, sino que son los propios votantes los que lo configuran. Es decir, el candidato más votado de un partido es el que ocupa la primera posición, mientras que el segundo más elegido ocupa la posición dos, y así sucesivamente.

Competencia entre candidatos del mismo partido

En estos casos, “las características personales de los candidatos influyen mucho: ¿Quién eres? ¿Dónde has nacido? ¿Qué has hecho? ¿A qué te dedicas? ¿Dónde vives?… son cosas que la ciudadanía tiene en cuenta a la hora de votar”, destaca Riera. “Hay mucha más competencia entre los candidatos del mismo partido, algo que no ocurre en España en donde se utilizan las listas cerradas y en las que no tiene ningún sentido que el candidato número 23 de una lista compita con el candidato que ocupa la posición 19”, añade.

Para realizar el estudio, los investigadores utilizaron modelos espaciales de política y emplearon datos desde 1996 de cinco oleadas del Estudio Comparado de Sistemas Electorales, una base de datos que contiene información de más de medio centenar de países. Además, tomaron como estudio de caso el de Grecia, que resulta especialmente interesante porque dependiendo de las elecciones usan listas abiertas o cerradas.

“Una de las cosas que sugerimos, en base a nuestros resultados, es que la adopción de listas abiertas puede tener esta potencial ventaja de hacer de las elecciones políticas algo menos ideológico y quizás más centrado en otro tipo de elementos que puedan aportar las diferentes candidaturas”, añade Pedro Riera.

 

Referencia: Riera, P. et al. “Electoral systems and ideological voting” European Political Science Review (2022)

 
Fuente: UC3M y SINC.

¿Quién es la científica argentina encargada de recuperar el arrecife de coral en Estados Unidos?

POR Nadia Chiaramoni para AGENCIA DE NOTICIAS CIENTÍFICAS UNQ

Lucía Speroni, egresada de la Universidad Nacional de Quilmes, es buzo científico y trabaja en la restauración de ecosistemas marinos fundamentales.

Coral Restoration Foundation (CRF) es una fundación del sur de la península de La Florida. Sus especialistas se dedican a la restauración del arrecife de coral, muy castigado por diversos factores, en especial, por los efectos del cambio climático. Lucía Speroni, egresada de la Universidad Nacional de Quilmes y buzo científico de la Fundación, conversó en exclusiva con la Agencia de Noticias Científicas de la UNQ sobre su trabajo y la importancia del cuidado de los ecosistemas marinos.

“Lo que hace CRF se asemeja a la jardinería”, cuenta y luego explica: “Se usan fragmentos de corales y se cuelgan en unas estructuras similares a árboles. El objetivo es que crezcan para poder ser devueltos a los arrecifes de donde se extrajeron”. La Fundación se encarga de identificar a las especies que están en peligro de extinción, y una de las más afectadas es el coral cuerno de ciervo. “El trabajo consiste en reproducir estos fragmentos hasta que alcanzan un cierto tamaño, tipo pelotas de tenis. Recién ahí se descuelgan de los árboles de PVC y se devuelven al arrecife donde se aseguran con epoxi para que sigan creciendo. Es un método que funciona”, relata Speroni.

Restauración del arrecife de coral en el sur de la península de La Florida. Crédito: Lucía Speroni

Según la científica, es fundamental cuidar y proteger a los arrecifes ya que en ellos habita la cuarta parte de los peces que habitan en los mares. Sin los corales, la perdida en la biodiversidad sería desbastadora.

Ciencia debajo del agua

Lucía Speroni llegó a CRF luego de un entrenamiento como buzo científico ya que quería contribuir a recuperar los arrecifes y que ese hábitat siga existiendo. “El mundo es más lindo con la diversidad que tenemos, con diferentes peces y hasta con algún tiburón que nada cerca tuyo; sin esto sentís que debajo del agua te vas quedando sola”, relata.

Speroni explica que los corales son animales y, concretamente, constituyen una colonia de pólipos: pequeños cilindros, con boca y tentáculos para atrapar comida. Estos pólipos usan el agua de mar para formar un esqueleto. Algo llamativo de los corales es que son muy coloridos; y este color lo obtienen de un alga, la xooxantela, que vive en simbiosis con ellos. La relación es beneficiosa para los dos: el coral le brinda al alga un lugar para vivir y el alga le da comida al coral haciendo fotosíntesis.

Los arrecifes de corales son el hogar del 25 por ciento de los peces. Dañarlos significa perder biodiversidad; al tiempo que se abandona la protección de las costas frente a tormentas fuertes, ya que estos ecosistemas actúan como barrera al minimizar el impacto de olas fuertes. El mundo perdió la quinta parte de sus corales debido a la contaminación y a las elevadas temperaturas de los océanos, entre otras amenazas. Lo que ocurre es que estos factores hacen que el alga zooxantela abandone el arrecife y entonces el coral muere por falta de comida y susceptibilidad a enfermedades.

Coralpalloza

“Una de las cosas que más me gusta es el Coralpalloza, que se organiza todos los años para concientizar y para que la gente que le gusta bucear pueda ayudar. En el último evento me tocó liderar un grupo de buzos voluntarios, logramos devolver al arrecife más de 120 fragmentos de corales. Cuando terminamos, nadé sobre el arrecife y vi todos esos pequeños fragmentos que van a crecer. Es una emoción muy grande”, dice. Luego continúa: “Si bien las temperaturas de los océanos siguen en aumento, algunos corales quizá tienen la chance de sobrevivir evolucionando. Pienso que es como darles una chance, correr contrarreloj”, expresa la científica.

El arrecife de Florida sufrió más si se los compara con otros bien conocidos como la Gran Barrera de Coral de Australia. Debido al calentamiento global, entre otros fenómenos, en Miami se ha perdido cerca del 90 por ciento de los corales en las últimas décadas.

 

Fuente: Agencia de Noticias Científicas UNQ