¿Una base marciana en Argentina?

En una colaboración entre el gobierno de La Rioja y la empresa FANIoT se busca construir en la provincia cuyana un complejo de domos para simular experiencias en condiciones similares a las del planeta rojo.

¿Sabías que La Rioja posee uno de los ambientes más similares a la superficie de Marte en el mundo? Es por eso que, en el parque natural Los Colorados, se desarrollará una iniciativa denominada «Proyecto Solar 54» para que distintas agencias espaciales del mundo puedan hacer pruebas e investigaciones.

¿En qué consiste la base marciana? El proyecto Solar 54 cuenta con seis domos; uno para el cultivo de vegetales con un sistema hidropónico indoor; otro para ensayo y desarrollo de nanosatélites; y tres destinados a alojamiento, cocina y recreación. En el domo central se ubicará la estación terrena para comunicación satelital y control de misión, que contará con un sistema general de experimentación de las condiciones del planeta rojo. Esta base de pruebas será la primera de América Latina y la onceava de su tipo en el mundo. En cuanto a materiales, cada domo se construye utilizando piezas en forma de pentágonos y hexágonos que se encastran logrando de este modo hacer más eficiente el desarrollo de la estructura y reduciendo los tiempos de implementación. Además, se desarrolló un sistema robótico que colecta el suelo del planeta rojo lo mezcla con aceites vegetales y utilizando alta presión forma las piezas que luego son ensambladas mediante otro robot.

¿Quiénes llevan adelante la iniciativa? La directora de Innovación de FANIoT, Ayelén Ebene y el secretario de Ciencia y Tecnología de La Rioja, Hugo Vera. Se tuvieron en cuenta los antecedentes de la provincia en cuanto a la colaboración aeroespacial impulsada por la base de Chamical, creada en la década del ´60. Se trata de un Centro de Experimentación y Lanzamiento de Proyectiles Autopropulsados. En cuanto al proyecto Solar 54 se lleva adelante en estrecha vinculación con la comunidad que vive allí y se llevaron a cabo un grupo de estudios de impacto ambiental para no afectar negativamente el ambiente. Toda la infraestructura funcionará con energía solar y generará todos los recursos necesarios para su funcionamiento en el mismo espacio, por lo que la huella de carbono será casi neutra.

Ebene aseguró que este proyecto se gestó con un gran espíritu colaborativo con la intención de que todas las agencias espaciales del mundo participen de misiones análogas a Marte en Solar 54. La idea es que cada agencia pueda tener su propio domo y se repliquen en distintas partes de la Tierra para trabajar en conjunto en actividades afines a la colonización del planeta rojo.

Fuente y foto: Télam 

Gran Chaco: De qué trata el proyecto para reintroducir el yaguareté, virtualmente extinto

POR Luciana Mazzini Puga para AGENCIA DE NOTICIAS CIENTÍFICAS UNQ

Por primera vez en la historia, un equipo científico consiguió la reproducción de un macho libre con una hembra de cautiverio. El temor a la cacería y la relación con los humanos.

En el Gran Chaco, el yaguareté se encuentra virtualmente extinto. Los últimos registros de la especie corresponden a machos solitarios que caminan extensos territorios en busca de hembras para aparearse y muchos de ellos han sido cazados. En 2019, la Fundación Rewilding Argentina detectó las huellas de un yaguareté macho, posteriormente bautizado Qaramta, y, un año más tarde, se realizó por primera vez en la historia la unión del macho silvestre con una hembra de cautiverio, que tuvo como resultado el nacimiento de dos cachorros. La Agencia de Noticias Científicas de la UNQ visitó la estación de campo El Teuco, ubicada dentro del Parque Nacional El Impenetrable, para conocer el proyecto.

La hembra yaguareté Isis mantiene dentro del área protegida al macho Qaramta. Créditos: Luciana Mazzini Puga / Agencia de Noticias Científicas UNQ

Qaramta aún es el único yaguareté libre que habita el Parque Nacional El Impenetrable. Para evitar su caza y que sea protegido, los biólogos y biólogas siguen su recorrido mediante un collar satelital. 

Qaramta es el único macho libre en el Parque Nacional El Impenetrable. Créditos: Foto cámara trampa / Fundación Rewilding Argentina

Gerardo Cerón, coordinador de conservación en la Fundación Rewilding Argentina, comentó a la Agencia que “Qaramta tiene una relación de temor y de esquivo con los humanos. Nosotros lo tomamos como si fuese un fantasma: puede ser que en este momento nos esté viendo y no lo sepamos. De hecho, cuando viene a visitar a sus cachorros o a Tania (la hembra) lo sabemos no sólo por las cámaras trampa sino también por las huellas que deja”.

Cerón cuenta que una vez que tuvo a los cachorros, Qaramta se alejó por varios días. Ante el miedo de que pueda ser cazado, el equipo biólogo trajo desde los Esteros del Iberá a otra hembra de cautiverio llamada Isis para que el macho se sienta atraído. Sin embargo, aún no hubo apareamiento: sucede que al ser criada en cautiverio, tiene más afecto por los humanos y rechaza al macho Qaramta. No obstante, su presencia sirve para que este no se aleje de la zona protegida.

Árbol genealógico

El cruce entre distintos individuos tiene como objetivo que crezca la familia Yaguareté en El Impenetrable. En 2019, apareció Qaramta –nombre Qom que significa “difícil de destruir”–, de 114 kilos, que permitió el cruce, por primera vez en la historia, de un macho silvestre con una hembra de cautiverio llamada TaniaDe este apareamiento nacieron dos cachorros: Nala –nombre Qom que significa “sol”– y Takajay –de origen wichí, quiere decir “fuerte y valiente”–. Posteriormente, Qaramta fue liberado aunque visita a sus cachorros de manera frecuente.

Los cachorros Takajay y Nala recién nacidos. Créditos: Gerardo Cerón / Fundación Rewilding Argentina

Al cumplir el año, Nala y Takajay fueron separados de su madre para que continúen con su crecimiento. El contacto con los humanos está prohibido puesto que, una vez crecidos, serán liberados para continuar con la reintroducción de la especie en el Parque Nacional.

Nala y Takajay en la actualidad. Créditos: Fundación Rewilding Argentina


La tortuga Yabotí

Además del proyecto vinculado al yaguareté, la Fundación Rewilding Argentina trabaja con otras dos especies: la tortuga Yabotí y el ciervo de los pantanos. 

Con respecto al primero, se trata de la tortuga terrestre más grande de Argentina y la segunda de Sudamérica. En la actualidad este animal, que pesa 20 kg, se encuentra ecológicamente extinto tras la fuerte caza y solo quedan –de manera aislada– algunos ejemplares en Formosa.

La Yabotí es la tortuga terrestre más grande de Argentina y la segunda de Sudamérica. Créditos: Miranda Volpe / Fundación Rewilding Argentina

La reintroducción de la Yabotí, característica por tener manchas naranjas en su cuerpo, en una zona de vegetación tan abundante como El Impenetrable es fundamental. Al alimentarse de una gran variedad de frutos, esta tortuga dispersa las semillas y, de esta manera, modela y estructura el bosque y recupera áreas degradadas.

En este marco, la Fundación trajo este año cuarenta ejemplares desde el Centro de Rescate Urutaú de Paraguay, que fueron liberadas poco a poco en el El Impenetrable y son monitoreadas por el equipo de biólogos y biólogas de la Estación El Teuco.

El ciervo de los pantanos

Se trata del mayor ciervo de Sudamérica, que se encuentra extinto en todos los humedales del Chaco Seco. En esta línea, la Fundación Rewilding trajo a El Impenetrable dos ejemplares –una pareja en cautiverio: Alfonso el macho y Brisa la hembra– que, una vez que se acostumbren al nuevo ambiente, serán liberados con el objetivo de comenzar su reintroducción en el ecosistema chaqueño.

Alfonso y Brisa, una pareja de ciervos de los pantanos que serán liberados en el Parque Nacional El Impenetral. Créditos: Sebastián Navajas / Fundación Rewilding Argentina

La Fundación ya ha presentado nuevos proyectos, de los que esperan su aprobación, para continuar con la preservación y reintroducción de otras especies, como el tapir y el guanaco.

Fuente: Agencia de Noticias Científicas UNQ 

El satélite argentino que estudiará los océanos

Se trata del SABIA-Mar, lo construye Invap y estudiará los ecosistemas oceánicos, ciclos del carbono y hábitats marinos para brindar información clave a la industria pesquera y sobre el cambio climático.

Por requerimiento de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), para llevar adelante el Plan Espacial Argentino, la empresa Investigaciones Aplicadas (Invap) está construyendo un nuevo satélite único en su estilo: el SABIA-Mar (Satélite de Aplicaciones Basadas en la Información Ambiental del Mar), concebido para la observación de la Tierra a fin de brindar información valiosa para los ámbitos científico, productivo y de toma de decisiones del mar argentino y sus costas.

Hoy estamos en la fase de construcción del satélite, próximamente vamos a empezar a ver la integración de las partes que lo componen”, dijo el gerente general de Invap, Vicente Campeni. Y agregó: “Tendrá como objetivo, proveer información para el estudio de la productividad primaria del mar, los ecosistemas marinos, el ciclo del carbono, la dinámica de las aguas costeras, el manejo de recursos pesqueros y la calidad del agua en costas y estuarios. SABIA-Mar está compuesto por cámaras ópticas que están específicamente diseñadas para relevar ciertas características de nuestra plataforma marítima”.

SABIA-Mar es el segundo proyecto espacial orientado al estudio del mar que realiza la CONAE. El primero fue el satélite SAC-D/Aquarius, puesto en órbita en 2011, en el marco de un programa de cooperación entre la agencia espacial argentina y la NASA. Gracias a esta importante misión se lograron crear mapas de la salinidad superficial del mar a nivel global, lo cual constituyó información sin precedentes para el estudio del cambio climático del planeta. También permitió mejorar los pronósticos climáticos regionales, generar información de relevancia para el seguimiento de la dinámica de glaciares en la Antártida, seguir la evolución de huracanes en el Océano Atlántico y el derretimiento extremo de hielo superficial ocurrido en Groenlandia en 2012, entre otras observaciones importantes.

El ingeniero Nicolás Renolfi explica cómo trabaja Invap, mientras de fondo están las maquetas de SABIA-Mar y de Saocom.

SABIA-Mar aportará información muy valiosa sobre el mar argentino y para la gestión de los recursos pesqueros. Hoy estamos avanzando en la Revisión Crítica de Diseño de la Misión (SABIA-Mar Mission CDR), un análisis técnico multidisciplinar para consolidar el diseño y verificar que se pueda cumplir con los requisitos establecidos para la misión. Esto implica al Segmento de Vuelo constituido por la plataforma de servicios y los instrumentos/carga útil del satélite y todas sus unidades de hardware y software, al Segmento de Tierra, a cargo de la operación y comando del satélite, y al Equipo de Ciencia, que se ocupa del desarrollo de los productos derivados de la información que obtendrá el satélite”, explicó el ingeniero electrónico Nicolás Renolfi, subgerente de proyectos espaciales de Invap. Es tan importante el uso que tendrá para la actividad pesquera ilegal en nuestro mar, que el satélite podrá utilizar una cámara de alta sensibilidad capaz de observar luces nocturnas de pesqueros extranjeros no autorizados para realizar la explotación en alta mar.

El satélite llevará a bordo un conjunto de cámaras sensibles a los rangos de luz visible e infrarrojo, además de un sistema para la recolección de información de plataformas terrenas localizadas en zonas remotas y un detector de partículas de alta energía para la detección de la radiación espacial. Posibilitará el monitoreo de la región costera argentina y sudamericana con una resolución espacial de 200 metros. “La red SABIA-Mar estará formada por dos satélites, uno argentino (SABIA-Mar 1) y otro brasileño (SABIA-Mar 2), que serán fabricados por cada uno de estos países. Los satélites llevarán a cabo estudios y monitoreos de ecosistemas oceánicos, ciclos del carbono y hábitats marinos. La información recabada servirá para la industria pesquera, protección del mar argentino y el cambio climático”, sostuvo Renolfi.

Por su parte, el ingeniero mecánico de Invap, Leandro Colombano, precisó: “Es un satélite de observación del océano que volará en una órbita Leo o baja. En lugar de mirar la tierra, mira el océano, con una tecnología innovadora llamada ‘ocean color’, que a través de la observación del océano y la caracterización del color del mismo, se puede identificar especies como el fitoplacton, las micropartículas que dirigen a los cardúmenes. Y también sirve como predictor de cambios climáticos”.

En esta misión estamos trabajando unas 250 personas entre todos los subsistemas. Estos son las diferentes partes en las que está dividido el satélite: estructura, electrónica, cableado, software, instrumental, propulsión, control térmico, etc. El aparato tendrá un sistema de propulsión química, que es una quema de combustible, que le da una capacidad de reacción rápida y ejecutar maniobras inmediatas para evitar colisionar con objetos en el espacio como meteoritos o restos de otros satélites. Hoy estamos en el inicio de la integración del satélite. Esperamos tener el lanzamiento en el año 2024″, amplió el especialista.

Y aclaró: “La vida útil de SABIA-Mar está estipulada en 5 años. A partir de allí se puede extender su trabajo, dependiendo de cómo esté la estructura, el combustible remanente y sus aparatos e instrumental. Por ejemplo, el satélite SAC-C tenía una vida útil de 5 años y duró 9. El combustible, el instrumental, y demás cuestiones está determinado para los años que va a estar operativo para esa misión. Hay que recordar que siempre hay un remanente de combustible, que son 10 litros en el caso de SABIA-Mar, llamada carga deorbit, para enviar al satélite en trayectoria a la atmósfera para que se desintegre, una vez que termina su misión a fin de que no ocupe una órbita útil o pueda causar una futura colisión con otro aparato. Así como el combustible sirve para las maniobras del aparato, la energía solar del satélite sirve para su funcionamiento general, como las cámaras ópticas, las computadoras que procesan esa información y la comunicación y bajada a la Tierra, que también es eléctrica”.

Finalmente, el experto concluyó: “En términos de cómputo o electrónica, los satélites tienen sistemas más limitados que los que encontramos en un teléfono inteligente actual, una laptop o una computadora de escritorio, que están construidos para un determinado uso de una temperatura estable y lejos de golpes o vibraciones importantes. Los componentes satelitales deben ser muy resistentes a temperaturas extremas, a golpes y a vibraciones intensas y sonidos fuertes, además de cargas de radiación altas. El satélite es probado en ambientes muy hostiles antes de llegar al espacio y luego en él también está bajo mucho estrés”.

Con el sueño de tener otra vez un satélite “Industria Argentina”, Invap se muestra orgullosa por la tarea de sus científicos. “Estamos pudiendo tener todas las áreas de negocios activas, con una proyección de varios años de contratos”, indicó Campeni, quien contó que a veces aparece el nombre Invap por la firma de un contrato, pero en realidad el que vende es el país. “Los logros se hacen a nivel país, no son sólo de la empresa por sí misma, son muchas las instituciones que contribuyen a que la presencia argentina pueda estar en el mundo y ser reconocida y elogiada”, cerró el CEO de Invap.

Actualmente esta misión espacial argentina se encuentra en fase de construcción, con la participación de instituciones públicas y empresas del sistema científico y técnico nacional, como INVAP, principal contratista, VENG, la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), el Instituto Argentino de Radioastronomía (IAR), la Universidad de La Plata (UNLP) y Ascentio, entre otros.

Fuente: Infobae (www.infobae.com)

Foto: Infobae / Invap