La sonda DART consiguió desviar un asteroide por primera vez en la historia

La misión de la NASA logró su objetivo de ensayar un sistema de defensa planetaria contra futuros asteroides peligrosos, al desviar la roca espacial más de lo esperado el pasado 27 de septiembre.

El primer intento de la humanidad de desviar un asteroide ha tenido éxito, según los responsables de la misión DART (significa dardo en inglés y responde a las siglas de Prueba de Redirección de un Asteroide Doble), liderada por la NASA. La pequeña sonda robótica que impactó contra Dimorfo a unos 11 millones de kilómetros de la Tierra ha conseguido cambiar considerablemente su rumbo, según han asegurado varios científicos del proyecto.

“El equipo ha confirmado que la órbita de Dimorfo se ha acortado en 32 minutos”, explicó Bill Nelson, administrador de la NASA. “Este es un momento decisivo para la defensa planetaria y un momento decisivo para la humanidad”, ha añadido. Giorgio Saccoccia, presidente de la Agencia Espacial Italiana, que contribuyó con el satélite LICIACube que grabó el antes y el después de la colisión, agregó: “Esto es algo de lo que estar orgullosos como proyecto internacional”. Después de este logro “podemos decir que estamos algo más a salvo de los asteroides peligrosos”.

Vista de Dimorfo 11 segundos antes del impacto con la sonda DART. Crédito: NASA / John Hopkins APL

El 27 de septiembre, la sonda DART —del tamaño de una heladera y con una masa de unos 600 kilos— impactó contra Dimorfo, un asteroide unas 10 millones de veces mayor. Era el primer ensayo general con el que la Oficina de Protección Planetaria de la NASA experimentó para aprender a desviar futuros asteroides de más de 140 metros de diámetro, que podrían destruir una ciudad entera si llegan a impactar contra nuestro planeta.

La misión ha tenido un éxito rotundo, pues logró frenar considerablemente a Dimorfo. Este cuerpo de 160 metros de diámetro fue elegido porque orbita como una luna en torno a Dídimo, otro asteroide con un diámetro de 780 metros. En condiciones normales, Dimorfo completaba una órbita en torno a su compañero cada 11 horas y 55 minutos. Tras impactar de frente y a unos 22.000 kilómetros por hora contra su objetivo, DART redujo en 32 minutos ese periodo. Esto supone que Dimorfo también se ha acercado a su hermano en unos 35 metros. El año pasado, el equipo científico determinó que si DART reducía la órbita de Dimorfo 73 segundos o más, la misión ya sería un éxito, aunque la esperanza era aminorarla unos 10 minutos.

Imágenes del impacto transmitidas a todo el mundo. Créditos: NASA.

Tom Statler, jefe científico de DART en la NASA, ha dicho que el equipo va a seguir trabajando para saber más detalles sobre la composición del asteroide y los efectos del impacto con los que empezar a diseñar un sistema de defensa planetaria para toda la Tierra.

En la actualidad se han descubierto el 95% de todos los asteroides de más de un kilómetro de diámetro; capaces de causar una catástrofe planetaria similar a la que provocó la extinción de los dinosaurios hace 66 millones de años. Los cuerpos de más de 140 metros como Dimorfo son mucho más preocupantes, porque solo se han localizado el 40%. En 2017, la NASA decidió dedicar unos 325 millones de dólares a hacer realidad la misión DART. Con ella querían perfeccionar los actuales modelos informáticos para que en el futuro la humanidad pueda hacer frente a rocas peligrosas impactando contra ellas una sonda fabricada a medida.

La colisión de esta pequeña sonda sucedió el 27 de septiembre y fue seguida casi en directo desde la Tierra. Las últimas imágenes enviadas por las cámaras de DART antes de estamparse contra Dimorfo desvelaron que su superficie era muy irregular y pedregosa. Esto parecía indicar que este cuerpo es lo que los astrofísicos llaman “una pila de escombros”; un rejunte de rocas y polvo con poca densidad. Esto implicaba que a pesar de su pequeño tamaño, el impacto levantaría una nube de material que deberían poder observar decenas de telescopios terrestres que seguían la evolución del choque. Y así fue.

Dos días después del impacto, el telescopio SOAR de Chile apuntó a Dimorfo y confirmó que el impacto lo había transformado en una especie de cometa. La estela de polvo levantada por el choque formaba una cola con unos 10.000 kilómetros de largo, lo que confirma que el asteroide es muy poco denso.

Imagen de la cola de escombros que deja el asteroide Dimorfo tras el impacto de DART. Crédito: NSF/NOIRLAB

El éxito de DART es el primer paso hacia un sistema de protección planetaria. Los datos recabados por la sonda y por su compañera LICIACube, un pequeño satélite que presenció los instantes previos y posteriores al impacto, así como todas las observaciones desde telescopios terrestres, ayudarán a perfeccionar los modelos que simulan posibles impactos dependiendo del tipo de asteroide.

En 2026, la sonda Hera de la Agencia Espacial Europea llegará al sistema Dimorfo-Dídimo para medir con precisión la masa, composición y estructura interna de estos dos asteroides y llevar a cabo una detallada reconstrucción tridimensional del cráter dejado por DART. El siguiente paso sería tener ya un modelo fiable capaz de determinar qué tipo de sonda podría desviar un futuro asteroide amenazante en función de su tamaño y su masa y el tiempo disponible antes de que choque contra la Tierra. En 2026 Estados Unidos tiene previsto lanzar al espacio el telescopio NEO, que elaborará un catálogo de asteroides y cometas de más de 140 metros de diámetro. Este instrumento tendrá visión infrarroja, lo que permitirá detectar los cuerpos que se acercan desde la dirección del Sol, difíciles de localizar para telescopios convencionales.

Fuente: El País (www.elpais.com)
Fotos: NASA / Johns Hopkins APL / NSF

Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres

La violencia contra las niñas y mujeres es una de las formas más extendidas de vulneración de los derechos humanos. Según la ONU y la OMS, una de cada tres mujeres en el mundo sufre violencia física o sexual en el transcurso de sus vidas, generalmente desde muy jóvenes.

Las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal. Foto: Diario El País/Uruguay

El 25 de noviembre de 1960, las hermanas Mirabal fueron torturadas y asesinadas por ser mujeres activistas que lucharon por sus derechos contra el régimen del dictador Rafael Trujillo en República Dominicana.

En julio de 1981, durante el 1° Encuentro Feminista de Latinoamérica y del Caribe realizado en Bogotá, las mujeres denunciaron la violencia de género a nivel doméstico y la violación y acoso sexual a nivel de estados incluyendo la tortura y los abusos sufridos por prisioneras políticas. En este sentido, se eligió el 25 de noviembre como día Internacional contra la Violencia hacia la Mujer, para conmemorar el violento asesinato de las hermanas -Patria, Minerva y María Teresa- Mirabal.

Recién en 1993, la Asamblea General de Naciones Unidas adoptó la Resolución 48/104 para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, definiéndola como “todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en las vida privada”. Para respaldar esta decisión, en 1999 la Asamblea General proclamó el 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, con lo cual convirtieron a las hermanas Mirabal como símbolo de la lucha contra la violencia de género que afecta a todas las mujeres.

Ilustración de la serie Médulas: sanando de raíz.

La ONU declaró este día para visibilizar, reflexionar y erradicar todas las formas de violencia que tienen origen en el género. Con esta conmemoración, se pretende llamar la atención sobre la desigualdad, la discriminación por razones de género y las violencias machistas, además de transformar las reglas y roles sociales que subordinan a la mujer.

Argentina y América Latina presentan altos niveles de violencias por motivos de género y femicidios, travesticidios y transfemicidios. Las demandas de los movimientos de mujeres y personas LGBTI+ permitieron visibilizar dinámicas sociales y políticas poniendo en agenda la necesidad de mejores estrategias de prevención de las violencias por motivos de género y de asistencia y protección de aquellas personas que lo sufren. En nuestro país, desde 2009 contamos con la Ley N° 26.485 de “Protección integral a las mujeres para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales” que constituye una herramienta fundamental en la lucha contra las violencias. La violencia hacia las mujeres es cada vez más visibilizada y un ejemplo de ello es el movimiento “Ni Una Menos”, que a partir de 2015 lucha contra los femicidios que se producen en el país. 

Ilustración de la serie Médulas: sanando de raíz.

Según la edición 2021 del Registro Nacional de Femicidios de la Justicia Argentina, de la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (OM-CSJN), en el país se identificaron 251 víctimas de femicidio. A 22 años de la instauración de esta fecha y, a pesar de existir avances en el reconocimiento y la visibilización de las violencias contra las mujeres y niñas y un incremento en materia de legislación para eliminarlas, todavía sigue siendo necesario considerarla como una problemática social compleja que requiere un abordaje integral a través de la implementación de políticas públicas de prevención, asistencia y protección y las acciones del activismo para su erradicación.

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Ilustraciones: extractos de Médulas: sanando de raíz. Mirá esta serie por nuestra pantalla los lunes a las 14 h; los miércoles a las 20 h; los viernes a las 17.30 h; los sábados a las 10.30 h; y los domingos a las 20.30 h o accedé al resto de nuestra programación en la grilla.  

La Tierra va camino de alcanzar varios puntos de inflexión climática

Por SINC

Cruzar importantes líneas rojas del calentamiento global como el deshielo de Groenlandia, la pérdida del permafrost boreal y la desaparición masiva de los arrecifes de coral tropicales tendrá graves consecuencias para nuestro planeta, según un estudio internacional.

Podrían desencadenarse múltiples puntos de inflexión climáticos si la temperatura global aumenta más de 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales, según un nuevo estudio de Science. Incluso con los niveles actuales de calentamiento global, el mundo ya corre el riesgo de pasar cinco peligrosos puntos de inflexión climática, y los riesgos aumentan con cada décima de grado de calentamiento.

Un equipo de investigación internacional ha sintetizado la evidencia de los puntos de inflexión, sus umbrales de temperatura, escalas de tiempo e impactos a partir de una revisión exhaustiva de más de 200 artículos publicados desde 2008, cuando los puntos de inflexión climáticos se definieron por primera vez. Además, han aumentado la lista de posibles puntos de inflexión de nueve a dieciséis.

Ubicación de los elementos de inflexión climática. / Earth Commission

La investigación concluye que las emisiones humanas ya han empujado a la Tierra a la zona de peligro de los puntos de inflexión y que cinco de los dieciséis pueden desencadenarse a las temperaturas actuales: las capas de hielo de Groenlandia y la Antártida Occidental, el deshielo abrupto generalizado del permafrost, el colapso de la convección en el Mar de Labrador y la muerte masiva de los arrecifes de coral tropicales. Cuatro de estos pasan de eventos posibles a eventos probables con un calentamiento global de 1,5 °C, y cinco más se vuelven posibles en torno a este nivel de temperatura.

Signos de desestabilización

“Ya podemos ver signos de desestabilización en partes de las capas de hielo de la Antártida occidental y Groenlandia, en las regiones de permafrost, la selva amazónica y, potencialmente, el Atlántico también está revirtiendo la circulación”, indica David Armstrong McKay, autor principal del trabajo e investigador de la Universidad de Exeter (Reino Unido).

“El mundo ya está en riesgo de alcanzar algunos puntos de inflexión. La posibilidad de superarlos se puede reducir reduciendo rápidamente las emisiones de gases de efecto invernadero, comenzando de inmediato”, añade.

El Sexto Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), indicó que los riesgos de desencadenar puntos de inflexión climáticos se vuelven altos en alrededor de 2°C por encima de las temperaturas preindustriales y muy altos entre 2,5 y 4 °C.

Mapas que muestran los elementos de inflexión climática del núcleo global (a) y el impacto regional (b) identificados en este estudio.

El Acuerdo de París no basta

Este nuevo análisis indica que es posible que la Tierra ya haya abandonado un estado climático “seguro” cuando las temperaturas superaron aproximadamente 1 °C de calentamiento. Por lo tanto, se determina que incluso el objetivo del Acuerdo de París de las Naciones Unidas de limitar el calentamiento a muy por debajo de los 2 °C y preferiblemente a 1,5 °C no es suficiente para evitar por completo un cambio climático peligroso.

El estudio brinda un sólido respaldo científico al Acuerdo de París y los esfuerzos asociados para limitar el calentamiento global a 1,5 °C, porque muestra que el riesgo de puntos de inflexión aumenta más allá de este nivel. Para tener un 50 % de posibilidades de alcanzar 1,5 °C y, por lo tanto, limitar los riesgos del punto de inflexión, las emisiones globales de gases de efecto invernadero deben reducirse a la mitad para 2030, llegando a cero neto para 2050.

Un riesgo creciente

El coautor Johan Rockström, director del Instituto Potsdam para la Investigación del Impacto Climático afirma que “el mundo se dirige hacia 2°C y 3 °C de calentamiento global. Esto pone a la Tierra en el camino para cruzar múltiples puntos de inflexión peligrosos que serán desastrosos para las personas en todo el mundo. Para mantener condiciones habitables en el planeta, proteger a las personas de los extremos crecientes y permitir sociedades estables, debemos hacer todo lo posible para evitar cruzar los puntos de inflexión. Cada décima de grado cuenta”.

Tim Lenton, director del Instituto de Sistemas Globales de la Universidad de Exeter y también coautor del trabajo se lamenta de que desde que evaluó por primera vez los puntos de inflexión climáticos en 2008, “la lista ha crecido y nuestra evaluación del riesgo que representan ha aumentado dramáticamente”.

“Nuestro nuevo trabajo proporciona evidencia convincente de que el mundo debe acelerar radicalmente la descarbonización de la economía para limitar el riesgo de cruzar los puntos de inflexión climáticos. Para lograr eso, ahora necesitamos desencadenar puntos de inflexión sociales positivos que aceleren la transformación hacia un futuro de energía limpia”.

“Es posible que también tengamos que adaptarnos para hacer frente a los puntos de inflexión climáticos que no logramos evitar, y apoyar a quienes podrían sufrir pérdidas y daños no asegurables”, agrega Lenton.

Los elementos de inflexión

Analizando los datos del paleoclima, las observaciones actuales y los modelos climáticos, el equipo internacional ha concluido que 16 sistemas biofísicos principales involucrados en la regulación del clima de la Tierra tienen el potencial de cruzar puntos de inflexión donde los cambios sucederán sí o sí, aunque la temperatura deje de aumentar. Esta transición varía de décadas a miles de años, según el sistema.

Los investigadores clasificaron los elementos de inflexión en nueve sistemas que afectan a todo el sistema de la Tierra, como la Antártida y la selva amazónica, y otros siete sistemas que, de verse alterados, tendrían profundas consecuencias regionales. Estos últimos incluyen el monzón de África Occidental y la muerte de la mayoría de los arrecifes de coral alrededor del ecuador. Se han agregado varios elementos nuevos, como la convección del mar de Labrador y las cuencas subglaciales de la Antártida oriental, en comparación con la evaluación de 2008.

“Es importante destacar que muchos elementos de inflexión en el sistema de la Tierra están interrelacionados, lo que hace que los puntos de inflexión en cascada sean una preocupación adicional seria. De hecho, las interacciones pueden reducir los umbrales de temperatura críticos más allá de los cuales los elementos de inflexión individuales comienzan a desestabilizarse a largo plazo”, sostiene la coautora Ricarda Winkelmann, investigadora del Instituto Potsdam para la Investigación del Impacto Climático.

“Hemos dado un primer paso para actualizar al mundo sobre los riesgos del punto de inflexión. Existe una necesidad urgente de un análisis internacional más profundo, especialmente sobre las interacciones de los elementos de inflexión, hacia el cual la Comisión de la Tierra está iniciando un Proyecto de Intercomparación de Modelos de Puntos de Inflexión (TIPMIP)”, concluye Armstrong McKay.

Referencia:
McKay et al. “Exceeding 1.5C global warming could trigger multiple climate tipping points”. Science (2022)

Fuente: SINC.