En TEC creemos que la música y la ciencia comparten una misma esencia: ambas buscan explorar y comprender el mundo que nos rodea. Por eso, queremos invitarte a sumergirte en esta doble experiencia de conocimiento y creatividad.
«Al Ritmo de la Ciencia» es nuestra sección donde podrás encontrar una columna informativa junto a una playlist en Spotify, que promueven la reflexión sobre diversos temas científicos, tecnológicos y sus fenómenos culturales.
¡Lo que diga tu corazón!
Por SadoAmper
En esta ocasión, abordaremos un tema que ha cobrado relevancia en la opinión pública: las Inteligencias Artificiales. Mientras leas esta columna, te recomendamos que pongas en acción tu dimensión «aural», algo que no puede ser replicado por la inteligencia artificial. La auralidad es una aproximación emotiva e intelectual que propicia la experimentación, la escucha consciente, la discusión y la reinterpretación de nuestro patrimonio sonoro, concreto e imaginario. Este enfoque nos permite hablar de una época, de un colectivo social y de algo que reúne, manifiesta y sensibiliza.
«Die Mensch Maschine», el séptimo álbum de Kraftwerk, fue lanzado en mayo de 1978, en plena era punk. Esta obra es considerada una profecía futurista de la música debido a sus letras que abordan temas de robótica, radiactividad y ecología, interpretadas por humanoides. Kraftwerk es conocido por haber predicho el futuro de la música, al visionar una fusión entre la tecnología y el hombre que anticipó los cambios en nuestra vida cotidiana. Se recomienda escuchar el álbum completo y prestar especial atención a la canción The Model. Este disco ha dejado un legado en bandas como Joy Division, quienes utilizaron la frialdad de la voz de Ian Curtis en su canción Transmission; New Order, quienes incorporaron en Blue Monday los sintetizadores y cadencias Kraftwerkianas a su música pop; y Depeche Mode, quienes lograron la mezcla perfecta entre la automatización de las máquinas y la voz humana en su canción Lie to Me, por solo mencionar algunos ejemplos.
En los años 80, la serie de televisión de ciencia ficción cyberpunk Max Headroom presentó a un personaje prototipo de inteligencia artificial que se convirtió en un ícono cultural de la época. La serie presentaba un estilo futurista y tecnologías emergentes, como el seguimiento por satélite, cámaras activadas por control remoto y publicidades subliminales, en un entorno vinculado a los medios de comunicación. Durante ese período, Max Headroom y el colectivo The Art of Noise, quienes irrumpieron en la escena con la canción Moments In Love, otro símbolo pop de la década, tuvieron una fuerte relación. Paranoimia es una canción electrónica instrumental que combina el distintivo sonido de The Art of Noise con la voz robótica de Max Headroom.
Virus es una canción del álbum Biophilia de Björk lanzado en 2011. La letra reflexiona sobre el riesgo que representa la inteligencia artificial y su capacidad para transformar el mundo tal como lo conocemos. La producción musical es experimental y su compás de 3/4 rompe con lo convencional. La canción también aborda las «relaciones fatales», como la que se produce entre un virus y una célula. Para disfrutar de la obra en su totalidad, se recomienda ver el Clip no oficial dirigido por Andrew Thomas Huang, que complementa la experiencia.
En la actualidad existen varias iniciativas y proyectos que exploran la creación de música mediante el uso de inteligencia artificial. Una de ellas es Amper Music, una plataforma en línea que utiliza redes neuronales para componer música personalizada en una variedad de géneros a través de su App (audoir). Otra iniciativa es AIVA (Artificial Intelligence Virtual Artist), una herramienta que utiliza algoritmos de aprendizaje automático para crear música en distintos estilos y géneros, desde música clásica hasta música electrónica. Aquí se puede apreciar la obra Aiva Op. 24 para piano a cuatro manos, curada por el destacado director de orquesta y compositor Eric Bretón, cuyo catálogo incluye muchas obras realizadas tanto en Francia como en el ámbito internacional.
Holly Herndon es una artista de música electrónica experimental y compositora que ha colaborado en proyectos de investigación sobre la inteligencia artificial y la música. En 2019, lanzó su álbum «Proto« en colaboración con una IA llamada Spaw, cuyo primer single fue Eternal. El videoclip del sencillo presenta imágenes procesadas por la IA y recibió elogiosas críticas por su innovación. Herndon desafía la noción de que la tecnología deshumaniza y en su lugar busca crear una IA que pueda apreciar la belleza en lugar de automatizar a los humanos a través de su música.
Otros autores como el músico y productor británico Stuart Price (también conocido como Jacques Lu Cont) ha utilizado la inteligencia artificial para crear música para artistas como Dua Lipa y The Killers.
Los artistas podrían estar preocupándose por el control de sus propias voces después de que Heart On My Sleeve, una canción que sonaba como si fuera una colaboración entre Drake y The Weekend, pero que en realidad nunca grabaron juntos, haya sido eliminada de todas las plataformas de música. Aunque la autoría simplificada de Ghostwriter había circulado por Apple Music, Spotify, Tidal y Deezer, la canción fue creada por la integración de la Inteligencia Artificial, lo que plantea la cuestión de si es demasiado tarde para que los artistas protejan sus voces.
En resumen, la controversia está presente en el uso de la inteligencia artificial en la producción musical, pero se puede tomar como ejemplo la historia del sampling, que también tuvo un inicio tumultuoso pero evolucionó hasta ser una técnica ampliamente aceptada. Es posible que la IA alcance un nivel de aceptación similar en el futuro y que aprendamos a apreciarla. No obstante, es importante recordar que la improvisación y la creatividad humana son elementos fundamentales en la música, y que la inteligencia artificial nunca podrá replicar completamente la emoción. Y como dijo Luca Prodan “agarra una guitarra, pela algo y fijate que le sucede a tu corazón”.